EFE
Toledo

Casi ochocientos inmigrantes subsaharianos procedentes de Canarias han sido trasladados a centros de acogida de Castilla – La Mancha en lo que va de año, doce de ellos este mes de agosto.
Según informó la directora general de Acción Social y Cooperación Internacional de la Junta, Guadalupe Martín, se espera que en las próximas horas llegue otro grupo de estos inmigrantes, que ocuparán alguna de la decena de vacantes que quedan en los centros pertenecientes a la Red de Atención al Inmigrante, en la que colaboran Cruz Roja y la Comisión Católica de Migraciones.

Explicó que este traslado es fruto del convenio de colaboración suscrito entre las comunidades autónomas y el Ministerio del Interior y “es la primera vez que se hace de forma coordinada”, porque antes “nos ocultaban los traslados”, manifestó.

La directora general explicó que los indocumentados que son trasladados a la península no se dejan abandonados, sino que son atendidos en centros de acogida y pasan una revisión médica, porque algunos llegan en malas condiciones de salud, para lo cual hay establecido un protocolo con el Sescam.

Durante su estancia en estos centros de acogida, donde pasan entre una y dos semanas, se procura su identificación y se les pone en contacto con redes de apoyo, que normalmente suelen ser familiares o amigos compatriotas.

Martín reconoció que los subsaharianos que no pueden ser devueltos a sus países de origen por no tener convenio de repatriación, como es el caso de Senegal, de donde procede la mayoría de los indocumentados que están llegando a Canarias, permanecen en situación ilegal en nuestro país, donde tratan de encontrar trabajo hasta que por motivos de arraigo pueden regularizar su situación.

Quiso transmitir un mensaje de tranquilidad porque los inmigrantes solo llegan a la región en función de las vacantes que vayan quedando y porque los subsaharianos no se dedican a delinquir, puesto que lo único que les mueve es trabajar y enviar dinero a sus familias.