El apoyo a Ucrania y el pacto de inmigración impulsado por el Reino Unido acapararon la apertura de la cuarta cumbre de Comunidad Política Europea (CPE) en el Palacio de Blenheim, el lugar de nacimiento de Winston Churchill, recordado por el premier Keir Starmer como el “arquitecto” de la unidad europea tras la Segunda Guerra Mundial.

“El Reino Unido nunca abandonará la Convención Europea de Derechos Humanos”, proclamó Starmer en el momento de tender la mano a los 45 lideres del continente en calidad de “amigo y socio, no como miembro de la UE pero sí como parte de Europa”.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recogió el testigo recordando a su manera “la valentía de Churchill” y lanzando el reto a los líderes congregados en Blenheim: “¿Será Europa un continente que nunca se rinde ni se vende a los tiranos? ¿Será un continente de naciones y comunidades? Veremos de cuánto ha servido la valentía de las generaciones previas para asegurar una Europa para nosotros y para nuestros hijos”.

Zelenski llegó a la cumbre con el propósito de arrancar un acuerdo intergubernamental de apoyo al complejo de defensa e industrial de su país. El presidente ucraniano agradeció personalmente la “resolución” mostrada por el nuevo premier británico a la hora de cerrar filas con los aliados europeos: “Así es como necesitamos parar el terror de Rusia”.

En su intervención en el plenario de la CPE, Zelenski hIzo una crítica muy directa a los encuentros del primer mi ministro húngaro Viktor Orban con Vladimir Putin: “Si alguien en Europa intenta resolver los asuntos a nuestras espaldas, si alguien hace visitas a la capital de la guerra y quizá promete algo contra nuestros intereses, ¿por qué tenerle en cuenta? La UE puede resolver sus asuntos sin esa persona”.

“Hemos mantenido la unidad de Europa actuando juntos, y por eso Putin no logró sus objetivos principales”, recalcó el presidente ucraniano. “Esa es nuestra ventaja y la seguirá siendo mientras mantengamos la unidad”

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anticipó a su llegad a Blenheim “el respaldo sin fisuras” a la posición de Zelenski en la cumbre, incluida “la apertura de conversaciones de paz en Suiza con el reciente anuncio de una segunda ronda con la participación de representantes de Rusia”.

La inmigración fue el segundo punto caliente en la apertura de la cumbre, aprovechada por Keir Starmer no solo para presentar sus credenciales europeas sino también para impulsar un pacto con la Unión Europea en el contexto de la seguridad.

“No podemos permitir que los retos del pasado reciente definan nuestras relaciones en el futuro”, declaró Starmer, en una referencia velada a la hostilidad entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit. “La seguridad europea será una de las prioridades de la política exterior, y pienso aprovechar este momento para renovar nuestras relaciones con Europa”.

“Sólo seremos capaces de asegurar nuestras fronteras, impulsar el crecimiento económico y defender nuestras democracias si trabajamos juntos”, recalcó Starmer. “La decisiones sobre las peticiones de asilo serán aceleradas y daremos prioridad a aquellos que no tienen derecho a quedarse en el Reino Unido y que pueden ser devueltos a su país de origen”.

Stamer recalcó la renuncia expresa al plan Ruanda para deportar inmigrantes al país africano auspiciado por su predecesor Rishi Sunak, aunque recalcó la necesidad de hacer frente a las bandas de tráfico humano “con medidas similares a las del contraterrorismo” y recordó su experiencia en la materia en sus tiempos de fiscal general. El premier participará activamente en la reunión temática sobre la inmigración presidida en Blenheim por Giorgia Meloni.

El líder laboristas reclamó por otra parte un elemento de “humanidad” en el discurso de la inmigración y recalcó la necesidad de hacer frente la raíz del problema en los países de origen: “Los conflictos, el cambio climático y la pobreza”.

Pedro Sánchez, que a primera hora de la tarde tenía previsto celebrar una reunión bilateral con Starmer, destacó el “discurso positivo” sobre la inmigración en el arranque del cónclave europeo. El presidente del Gobierno participará de lleno en el tercer eje temático de la cumbre, dedicado a la defensa de la democracia y a la desinformación.

Sue Wilson, al frente del grupo Bremain in Spain, participó en un acto simbólico de protesta a la entrada de Blenheim con banderas europeas. “Las medidas de nuestro nuevo Gobierno para mejorar las relaciones con la Unión Europea son más que necesarias, pero insuficientes a largo plazo”, declaró Wilson. “Para ser verdaderamente parte de Europa y reparar el daño causado por el Brexit, debemos volver a la UE o al menos al mercado único y la unión aduanera. Es algo que entiende y respalda la mayoría de los británicos”.