La lucha contra la propagación del ideario de extrema derecha se han cobrado en Alemania un medio de comunicación. La revista Compact, próxima al partido Alternativa para Alemania (AfD) desaparece con efecto inmediato de los quioscos y de internet por orden del Ministerio de Interior.

Esa revista es un “portavoz central de la escena de extrema derecha”, ha dicho este martes la ministra Nancy Faeser para explicar la prohibición. La AfD ha criticado duramente la decisión que sus copresidentes, Alice Weidel y Tino Chrupalla, califican de “duro golpe a la libertad de prensa”. Acusaron asimismo a Faeser de abuso de poder.

La revista Compact, de estilo tabloide, se publica mensualmente desde 2010. Según sus cifras, tiene una tirada de unos 40.000 ejemplares, aunque este dato no ha sido verificado de forma independiente. El canal de YouTube Compact TV tiene unos 345.000 suscriptores.

Según el Ministerio de Interior, Compact es un “actor central en la creación de redes de la Nueva Derecha”. El término Nueva Derecha se utiliza para describir una escena que representa ideas de un Estado étnicamente homogéneo con rasgos autoritarios y al mismo tiempo se distancia de los derechistas que hacen referencia al nacionalsocialismo. La empresa mediática mantiene estrechos vínculos con el Movimiento Identitario de extrema derecha y la ultraderechista AfD, entre otros. Según la Oficina de Protección de la Constitución, el partido regional Sajonia Libre también forma parte del círculo íntimo.

En el pasado, la revista llamó repetidamente la atención con artículos polarizados. Insiste en que la inmigración es la bomba que preparan para destruir el país políticos criminales, sostiene que los alemanes planean un ataque contra Rusia y compara al líder AfD en Turingia, Björn Höcke, con el ex presidente estadounidense Donald Trump. Ambos representan supuestamente el cambio.

El Ministerio del Interior ha llegado ahora a la conclusión de que las publicaciones y actos de Compact pueden incitar a la gente y “animarla a actuar contra el orden constitucional”. Se refiere a “contenidos antisemitas, racistas, contrarios a las minorías, revisionistas históricos y de teoría de la conspiración”. Según la Oficina de Protección de la Constitución, la organización mediática no sólo agita contra el gobierno alemán, sino también “contra el sistema político en general”.

Según el ministerio, Compact utiliza “retórica de resistencia y revolucionaria” y recurre a “representaciones distorsionadoras y manipuladoras”. Legalmente, se trata de una prohibición de asociaciones; según el Ministerio del Interior, también se pueden prohibir empresas en determinadas circunstancias.

A partir de ahora, se prohíbe la venta de la revista, el acceso al sitio web y los símbolos asociados a la revista. Esto incluye también la llamada Ola Azul, el logo elegido por la publicación para una campaña destinada a promover un cambio de gobierno tras las próximas elecciones generales de septiembre de 2025. El azul es el color de la AfD, aunque algunos de sus representantes habían expresado reservas sobre la campaña, probablemente por temor a un posible nuevo escándalo de donaciones al partido.

El redactor jefe de la revista Compact, de 67 años, Jürgen Elsässer tiene una agitada historia política a sus espaldas. Como escritor y activista, él se situó en su día en la extrema izquierda del espectro político. Después de 2005, Elsässer se fue desplazando cada vez más hacia la extrema derecha. Simpatiza con la alianza Sahra Wagenknecht (BSW) y con el presidente ruso Vladimir Putin, a quien describe como un “estadista que defiende a su pueblo, a su país y a su Estado”.

La prohibición de Compact no afecta directamente a la AfD, pero el ala ultraderechista del partido en particular ha perdido una plataforma para difundir sus contenidos. Según Katina Schubert, del Partido de la Izquierda, es “inevitable” que la AfD sea ilegalizada como consecuencia de la prohibición de Compact. En su opinión, “la prohibición del periódico de odio de derechas no debe quedarse en un simple golpe de tambor simbólico”.

La AfD está siendo vigilada actualmente por la Oficina Federal de Protección de la Constitución como presunta organización de extrema derecha. Aún no está claro si el partido en su conjunto podría ser catalogado en el futuro como organización de extrema derecha confirmada por el servicio secreto nacional.

El Bundestag, el Bundesrat y el Gobierno Federal son los únicos órganos constitucionales autorizados a presentar una solicitud de prohibición de un partido. La decisión sobre dicha solicitud corresponde al Tribunal Constitucional Federal. Un requisito previo es que se demuestre que el partido en cuestión tiene una actitud agresiva y militante.

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El Gobierno Federal subraya a menudo la importancia de la libertad de prensa, de ahí que la prohibición de un medio de comunicación sea una medida excepcional que deba estudiarse detenidamente y estar bien justificada.

En tales casos, el gran bien de la libertad de prensa debe sopesarse con los argumentos a favor de una prohibición. Durante su mandato como ministro federal del Interior, Thomas de Maizière prohibió la plataforma de internet de extrema derecha Altermedia Deutschland en 2016. En 2019, el ex ministro federal del Interior Horst Seehofer clausuró Mezopotamien Verlag und Vertrieb GmbH y MIR Multimedia GmbH como suborganizaciones del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK).