El 13 de julio del año pasado Carlos Mazón fue investido presidente de la Generalitat valenciana. Habían pasado 46 días de las elecciones y la Comunitat se convertía en la primera autonomía en cerrar un pacto con Vox. El resto de regiones no tenían mayoría absoluta acabaron siguiendo el mismo camino, incluso aquellas que se resistieron hasta después del verano, como la Región de Murcia, incorporaron en su Gobierno a Vox.

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Ha sido Santiago Abascal el que ha convertido este aniversario en lo más parecido a una nueva legislatura en la que ahora sí, Mazón ha articulado un Gobiernosin tener que repartir competencias a otro partido.

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En cualquier caso, solo el movimiento ejecutado en la Conselleria de Medio Ambiente ha sido suficiente para comprobar que el popular no cedió ni un espacio especialmente sensible.

La Conselleria de Agricultura fue uno de los departamentos que quedó en manos de Vox. Ya lo estaba, por poner un ejemplo, en Castilla y León.

Sin embargo, Mazón dejó las competencias de agua en un departamento que llevaría su partido, el de Medio Ambiente. Ahora que Agricultura, como todas las consellerias tras las salida de Vox está en manos del PP, vuelve a este lugar con la promesa de su nuevo conseller, Miguel Barrachina, de pelear para que los agricultores tengan la cantidad suficiente para desarrollar su actividad.

Una noche muy larga
La remodelación del Consell llegó después de una noche muy larga. Pese que Abascal llevaba días avisando de que estaba dispuesto a salir de todos los gobiernos autonómicos si aceptaban el reparto de menores inmigrantes propuestos por el Gobierno, entre las filas populares no tenían claro que Vox abandonase las consejerías y vicepresidencias conseguidas por todo el país.

Sin embargo, las caras de los miembros de Vox durante la sesión de control del jueves daban tanta información como cualquier declaración. El ya ex conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, paseaba cabizbajo por los pasillos, el vicepresidente Barrera no podía disimular su preocupación como tampoco pudo esconder su rechazo a la decisión de Abascal cuando compareció para anunciar su decisión.

Desde ese momento, Mazón se puso en marcha. «Si sale con barba San Antón y si no, la Purísima Concepción», bromeó en Les Corts, dejando bien claro que estaba preparado para todo.

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Rearmó un Consell en doce horas- algunos recibieron el anuncio a las tres de la madrugada y recibieron el encargo de tener nombres para el segundo escalón a primerísima hora de la mañana. 24 ceses y 16 nombramientos para que el Gobierno valenciano comience a trabajar este lunes como si nada hubiera pasado. Tan solo cuatro cargos que dependían de consellers de Vox se quedan en su puesto.

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