La Asociación de rusos lipovenos de Euskadi quiere implantar su sede en Amorebieta

El Correo, 23-08-2006

La Asociación de Rusos Lipovenos de Euskadi quiere implantar su sede en Amorebieta. Los responsables del colectivo consideran que el municipio supone el punto más céntrico para congregar a las más de 300 personas que viven concentradas, en su mayoría, en el Duranguesado y Arratia. En consecuencia, han solicitado al Ayuntamiento que les ceda un local en el que poder reunirse, organizar actividades y colaborar en todas aquellas que promueva la administración local.

El origen de los rusos lipovenos tiene que ver con una escisión de la iglesia ortodoxa que tuvo lugar en 1665. Defensores a ultranza del culto antiguo, emigraron mayoritariamente a Rumania, pero también a Alaska, Canadá Australia e Italia, para librarse de la persecución que sufrieron en la antigua Unión Soviética.

Sin respuesta municipal

Desde hace poco más de una década, la búsqueda de un mayor bienestar ha traído a muchos de ellos a Euskadi. «Decidimos organizarnos porque cada vez viene más gente, pero carecemos de un local en el que poder reunirnos y compartir nuestras costumbres», relata Ana Grigore, integrante de la directiva de la asociación. A falta de sede, suelen quedar en el parque Zelaieta de Amorebieta, «pero se acercan muy pocos porque tenemos que estar en la calle y no hay privacidad».

Desde hace un año y medio, se han dirigido en varias ocasiones al Ayuntamiento, «sin obtener ninguna respuesta». «Nos da igual que nos dejen un espacio en mal estado. Entre nosotros hay muchos albañiles y carpinteros, y lo arreglaríamos», exponen.

Muy integrados

La colonia de rusos lipovenos que se concentra en localidades del Duranguesado y Arratia es bastante joven. «Nosotros vinimos a trabajar y nuestros padres se quedaron al cuidado de nuestras casas allí», cuenta Grigore, que recaló en Durango con su marido y su hijo hace cuatro años.

La representante de la asociación quiere remarcar además que el hecho de que quieran conservar algunas tradiciones no quiere decir que no se sientan plenamente integrados en Euskadi. «Nuestros hijos hablan euskera y aprendemos rápido el castellano, porque aunque tendamos a hablar en ruso entre nosotros, también sabemos rumano, que tiene raíz latina. Además, estamos dispuestos a colaborar con otras asociaciones de aquí y en todas las actividades que nos pidan los ayuntamientos», agrega Grigore. En este sentido, ya hicieron un amago al anunciar su participación en uno de los actos festivos de Amorebieta. Sin embargo, finalmente rehusaron «por la falta de un lugar donde poder preparar bien las cosas».

Este colectivo de rusos lipovenos también fue noticia el año pasado, al conseguir que acudiera su Papa o ‘mitropolit’ a Amorebieta a celebrar la Pascua ortodoxa. Fue la primera vez que éste ofició una misa dentro de la península ibérica.

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