Durango acoge a 32 menores saharauis que pasarán el verano gracias a la iniciativa 'Oporrak Bakean'

Las asociaciones Río de Oro y Hamadako Izarrak son las impulsoras de este proyecto que permitirá a los más pequeños recibir una alimentación adecuada y exámenes médicos durante su estancia en la villa

El Correo, Javier García Legorburu, 12-07-2024

Proyecto humanitario. Durango ha recibido un año más a los niños del programa ‘Oporrak Bakean’, que permite a niños de los campamentos de refugiados saharauis pasar el verano en Euskadi. Este proyecto, organizado por la delegación saharaui de Euskadi junto con numerosas instituciones y asociaciones vascas, también el Ayuntamiento, brinda a los menores la oportunidad de recibir una alimentación adecuada y exámenes médicos durante su estancia.

En sus inicios, fue la asociación de vecinos Herria la encargada de traer a los niños saharauis, lo que dio lugar a la creación de la asociación Río de Oro, actual responsable de la organización junto con el colectivo Hamadako Izarrak. Este año, gracias al esfuerzo conjunto, han llegado a Durango un total de 32 niños.

«El objetivo es claro, que disfrutéis muchísimo del verano en un entorno seguro, de cariño y paz para coger fuerzas y energía. Estamos muy contentos de teneros aquí en Durango y en la comarca y hay que resaltar el gran trabajo de las dos asociaciones. Con esta estancia, ganamos todos y aprendemos un montón de vosotros», subrayó la alcaldesa, Mireia Elkoroiribe (PNV). La corporación municipal obsequió con regalos a cada niño saharaui.

«Condiciones inhumanas en Tinduf»
«En Izurtza acogemos a menores con discapacidad. Si las condiciones en los campos de refugiados de Tinduf son inhumanas en verano con temperaturas que superan los 55 grados, le sumamos la escasez de alimentos y sin asistencia médica, este colectivo es todavía más vulnerable. Es muy importante este tipo de proyectos para los pequeños porque se les ofrece unos derechos y asistencia que no pueden tener», subrayó el presidente de la ONG Río de Oro, Mikel del Arco.

Menores entre los 6 y 12 años, pasarán en Durango los meses de julio y agosto y disfrutarán de actividades como la playa, el surf o el caballo. «Nos centramos en que los proyectos salgan bien y no les falte de nada a los niños. Aprovechar cada día que están aquí para todas las revisiones y tratamientos médicos. El tema personal pasa a un segundo plano y queremos que aprovechen los dos meses. Tenemos claro que el conflicto saharaui es político y que ojalá no hicieran falta proyectos como éstos porque significaría que el pueblo saharaui tendría los derechos que le corresponde. La verdadera solución y por lo que tenemos que luchar es para que el conflicto se resuelva», añadió.

El Ayuntamiento de la villa mantiene acuerdos con ambas asociaciones, aportando 47.000 euros a Río de Oro y 13.500 a Hamadako Izarrak. Además, el Consistorio ofrece bonos de verano para las piscinas municipales a los niños participantes como parte de su acción social.

La duranguesa Maialen Madariaga ha acogido este verano a la niña Enguia, de 9 años. «Llevaba seis años como voluntaria y este año, tenía ganas de hacer de casa de acogida. La experiencia está siendo intensa y muy bonita, apenas llevan una semana y están disfrutando de los udalekus del Ayuntamiento», explica. «Compartir tiempo con ellos, aprendes de su cultura, de cómo ven ellos las cosas y disfrutan mucho en el día a día», añade.

Desde Murcia, han recalado en la villa los monitores Lucía Iniesta y Javier Muñoz. «Mi hermana ha participado durante varios años y me ha animado a venir. Había realizado otro tipo de voluntariado pero sin niños. De momento, la experiencia está siendo muy satisfactoria y nos vamos a quedar en total dos semanas: excursión, piscina, parque, playa. Te sorprende mucho la autonomía que tienen, creemos que no pueden hacerlo pero sí son capaces», explica la primera.

El segundo resaltó que no estaban concienciados de la situación que se estaba viviendo en el Sáhara. «Estar en contacto con niños de diversidad funcional es enriquecedor porque te das cuenta que tienen unas limitaciones y luego no son tantas. Son capaces de montar en bicicleta», añadió.

La monitora saharaui, Suado Salec, alertaba que están atravesando una situación «muy difícil respecto al conflicto con Marruecos». «Ahora, estamos en guerra. Las condiciones son muy difíciles, vivimos en jaimas, solo recibimos ayuda humanitaria. Trabajo en las escuelas especiales de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf desde hace varios años», analiza.

«Son niños con diferentes discapacidades: centro para discapacitados mentales, autismo (programa adaptado en el que aprenden autonomía, tiempo y espacio y escribir y leer) y sensoriales: sordomudos y ciegos. Nuestro objetivo es autonomía e integración en la sociedad. Cuando van creciendo, trabajamos en talleres para ser más integrados en la sociedad», prosigue.

Es el primer año que viene con este proyecto a Durango. «Apenas lleva una semana, pero está siendo una experiencia muy buena. Además, los niños disfrutan más, van a la playa y piscina y juegan con los columpios. Estoy muy agradecida a Río de Oro por acoger a estos niños», detalla.

La delegación saharaui de Euskadi ha agradecido al Consistorio su colaboración, destacando la importancia de esta iniciativa. «Gracias al cual, muchos niños de los campamentos de refugiados saharauis podrán disfrutar del verano en Euskadi, recibir una alimentación adecuada y someterse a exámenes médicos», recalcan. La carta también reconoce el apoyo de las instituciones y asociaciones vascas, así como de la ciudadanía local, en la organización y éxito del programa.

El Ayuntamiento, de esta manera, reafirma su compromiso con la solidaridad y el apoyo a los menores más necesitados a través de su participación en esta iniciativa. Esta colaboración no solo mejora la calidad de vida de los menores durante el verano, sino que también fortalece los lazos de amistad y cooperación entre la villa y los campamentos de refugiados.

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