El Consell califica de ‘‘caos’’ la política de traslados de inmigrantes del Gobierno

La Comunitat ha recibido en ocho meses 1.220 extranjeros desde Canarias

Las Provincias, 23-08-2006

El Consell advirtió ayer de que la Comunitat “está llegando al límite” en la recepción de inmigrantes procedentes de Canarias por el “tremendo descontrol y caos” del Gobierno central y se preguntó “dónde están” el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí.

La consellera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, aseguró que no se puede hacer frente a la situación “con la única política de dispersión a otras comunidades autónomas, casualmente gobernadas por el Partido Popular”, cuando Canarias está “desbordada”.

Tal y como avanzó LAS PROVINCIAS, en lo que va de 2006 han llegado a la Comunitat Valenciana 1.220 inmigrantes procedentes del archipiélago canario, 139 de ellos en este mes de agosto. Estas cifras suponen que los inmigrantes que han sido trasladados a la Comunitat multiplican el número de los llegados el pasado año.

Fuentes del Consell aseguraron que el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero sí que les está informando de los traslados aunque indicaron que el “problema es que hay un caos” y el Gobierno central está “absolutamente desbordado con este asunto”.

Este tremendo descontrol, desorden y cantidad de personas que llegan a Canarias, más que nunca en la historia, producen situaciones dramáticas y límite”, dijeron fuentes del Consell, que lamentaron que el Ejecutivo sea “incapaz de organizar y planificar” y esté demostrando “su dejación de funciones y su más absoluta capacidad de gobernar”.

La Comunitat es “solidaria y debe ayudar porque el caos está ya organizado”. No obstante, subrayó que “cada vez está llegando más gente a Valencia, Castellón y Valencia y a otras autonomías que, casualmente, y con los datos que da el Ministerio, son fundamentalmente del Partido Popular”.

Fuentes del departamento de Bienestar Social aseguraron que se le debería “caer la cara de vergüenza” tanto a Rodríguez Zapatero como a Caldera y Rumí porque lo que está pasando es “una vergüenza” .

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