VIAJE A SU CONSERVATORIO DE BONDY
Kylian Mbappé, el flautista: "Era como un sol, que brilla para todos"
Al norte de la periferia de París, las maestras que dieron clase al nuevo fichaje del Real Madrid recuerdan el carisma de aquel niño que entró con 10 años. Entrevistamos a quien fue su profesora de solfeo, Céline Bognini. "Había algo extraordinario en él", no duda
El Mundo, , 08-07-2024Céline se acuerda perfectamente de aquel día como si fuera ayer, dice que se le quedó grabado en la retina: «He tenido muchos alumnos a lo largo de estos más de 10 años, centenares y centenares, pero de él me acuerdo perfectamente: No sé qué dijo o qué hizo, pero ese primer día de clase, recuerdo que me miró con esos ojos grandes y curiosos que tiene y entonces le pregunté: «Y tú ¿cómo te llamas?», y él me respondió: «Me llamo Kylian».
Ese niño de nueve años que Céline tenía delante era Kylian Mbappé (Bondy, 1998), hoy mega estrella del Real Madrid, y acababa de ingresar en su grupo de alumnos en el conservatorio de Bondy, al norte de París. Aprendía a tocar la flauta travesera con otra profesora, Françoise Ducos, y daba clases de solfeo con Céline Bognini. Hay gente que hace mucho ruido, pero se va sin dejar rastro. A otros les basta con una mirada en silencio para dejar huella: «Había algo extraordinario en él, en el sentido estricto de la palabra «extra» y «ordinario», tenía algo fuera de lo común», explica la profesora.
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Estamos en el conservatorio de música de Bondy, un barrio popular de algo más de 53.000 habitantes en la periferia parisina, la llamada banlieue, en el departamento de Seine Saint-Denis. Se trata de una de las zonas con más índice de pobreza y de paro, donde viven muchos franceses hijos o nietos de inmigrantes y donde se concentra gran parte de la población musulmana. Una zona donde la población siente que está apartada y tiene menos oportunidades que el resto.
“Él ha puesto estrellas en los ojos de todos esos niños pequeños de barrio, que ahora saben que para ellos, también, todo es posible”
Mbappé ha hecho célebre Bondy y es el referente para muchos niños de estos barrios. En los siete años que estuvo en el PSG y ahora, que acaba de fichar por el Real Madrid, ha sido un ejemplo para ellos.
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Ya de niño tenía «ese carisma». A Céline no le cuesta hacer memoria. Recuerda, por ejemplo, una foto de grupo el día de la fiesta de la música, que se celebra en Francia el 21 de junio. Los adultos salen a la calle a bailar y divertirse y los niños y adolescentes hacen sus representaciones musicales en los colegios. Aquel año, en el conservatorio de Bondy, Céline organizaba a sus alumnos para el acto. Tenían que cantar: les daba indicaciones, pero unos estaban distraídos con sus padres, el amigo o leyendo el papel.
Sólo había uno que la miraba a ella, muy concentrado en hacerlo bien. «Nadie me prestaba atención. Los niños estaban a lo suyo, dispersos, y él era el único que me estaba mirando fijamente. Esa foto muestra precisamente lo que es Kylian Mbappé: una persona que, ya entonces, estaba enfocado, tenía apetito, tenía tantas ganas de aprender que es como si se bebiera todo lo que yo les estaba diciendo».
La profesora Céline Bognini.
La profesora Céline Bognini.R.V. / CRÓNICA / EL MUNDO
Céline se sienta frente al piano y comienza a tocar. Por la ventana de la sala del conservatorio entra un haz de luz. Es profesora en este centro desde hace décadas y da clases a niños, pero, explica, también tiene alumnos de 60 años. Se nota que le gusta enseñar y que la música le corre por las venas. «Nunca es tarde para aprender», advierte. Vuelve a poner como ejemplo la curiosidad de aquel niño de ojos grandes, el «bondy boy», como le llaman algunos.
Este conservatorio es un lugar de oportunidad para muchos niños en Bondy. La multiculturalidad del barrio se ve en las listas de alumnos aceptados para el próximo curso: todos con nombres de orígenes dispares. Antes de que Mbappé se convirtiera en la estrella del PSG, éste era un barrio cualquiera de Saint Denis. El futbolista, reconoce su profesora, «ha posicionado Bondy a nivel nacional, internacional y planetario, cualquier día los marcianos van a saber quién es Kylian. Yo soy un producto de banlieue, así que todos le agradecemos profundamente eso».
Nadie se refiere a él como «Mbappé» en Francia. En el centro de París o en banlieue, en un ministerio o en la calle, para todos los franceses es «Kylian». Ha sido más que un futbolista, ha sido un nexo de unión nacional. Es hijo de inmigrante camerunés, en su familia siempre ha estado muy presente el deporte (su madre era ex jugadora de balonmano). Es hijo de la «banlieue», pero, como explica su profesora, tiene «ese capital humano, esa simpatía, carisma, y esa legitimidad para hablar y calar en la gente: en las altas esferas y en estos barrios».Hace un año, cuando se desató en Francia la mayor ola de disturbios que ha tenido el país tras la muerte de un joven por el tiro de un policía en un barrio popular, fue Mbappé el que llamó a la calma para que cesara la violencia. La pasada semana, pidió a los franceses que acudieran a votar «contra los extremos».
Las cualidades que le han llevado a brillar en el campo son las que sus profesores percibieron aquellos años que pasó en el conservatorio: entre los seis y los 10. Aunque no es que destacara especialmente por sus habilidades musicales: «Evolucionaba bien como el resto de los niños, pero no despuntaba por eso, sino por esa sed por aprender, por buscar… Eso es lo que le hacía especial». Céline añade que su madre «siempre estaba con él, pendiente de todo».
Céline le enseñó algo de solfeo y Françoise Ducos fue su profesora de flauta travesera. La maestra se acaba de trasladar justo hace unos meses a otro centro. «Destacaba por su manera de estar» en el mundo, «y no decimos esto porque se hiciera famoso, cuando era un niño ya llamaba la atención por ello», advierte
Consciente del influjo que tiene, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha tratado de todas las maneras de retenerle en Francia, sin éxito. Maniobró para que Mbappé se quedase en el PSG hace un año. Saltó al campo para estar a su lado durante la final del Mundial de Fútbol, hace año y medio, que Francia perdió ante Argentina. Es a Macron a quién Mbappé anuncia primero que finalmente se marcha al Real Madrid.
El presidente le invitó hace más de un mes a cenar al Elíseo, velada en la que estaba también Florentino Pérez. En el país, Kylian es algo más que una estrella del balón. Es el anclaje de esas dos Francias.Su profesora lo resume: «Siempre se ha expresado bien, es inteligente y accesible, llega arriba y se hace comprensible abajo. Es como el sol, que brilla para todo el mundo. Él ha puesto estrellas en los ojos de todos esos niños pequeños de barrio, que ahora saben que para ellos, también, todo es posible».
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