El multitudinario, emotivo y colorido txupinazo lanzado ayer por los representantes del grupo de dantzaris Duguna Taldea –que celebran el 75º aniversario y que supone un homenaje a las más genuinas tradiciones, a nuestra música y folklore– abrió ayer como cada año el calendario festivo de las capitales vascas. El lanzamiento del cohete y el inmejorable ambiente vivido en la plaza del ayuntamiento de Iruñea dieron carta de naturaleza a lo que se espera que sean los Sanfermines “de la convivencia”, según coinciden todos los agentes sociales y políticos de la capital navarra, incluso algunos de los más recalcitrantes, aunque con matices. Concordia y tolerancia en la calle y también en el compromiso firmado por todos los grupos municipales a favor de la convivencia, un manifiesto al que se han adherido más de 70 colectivos y personalidades que participan en la fiesta y que demuestran que los Sanfermines están por encima de todas las diferencias. Pluralidad política, social y cultural que se refleja en todo su programa festivo tanto oficial como popular. Las fiestas deben ser, en todos los pueblos y ciudades, espacios de encuentro y sana diversión para todos y todas, vecinos y visitantes. La intolerancia y cualquier tipo de discriminación o vulneración de derechos y libertades deben ser desterradas en fiestas, al igual que en el resto del año. Sin embargo, durante este periodo suelen darse episodios de exclusión y marginación de ciertos colectivos y personas que resultan incompatibles con la convivencia y los valores de una sociedad abierta, civilizada y democrática. En este sentido, cualquier tipo de violencia, verbal y física, debe ser considerado un atentado a esta convivencia y a la sociedad en su conjunto. Las instituciones y los agentes festivos están especialmente empeñados en frenar de manera categórica todas estas expresiones de discriminación y más en concreto las agresiones sexistas y machistas, homófobas y racistas o xenófobas. De ahí que sea necesario apelar de manera especial al comportamiento cívico mayoritario de la ciudadanía que quiere vivir sus fiestas en paz y tranquilidad y a colaborar con los equipos establecidos en los dispositivos para garantizar la seguridad de todos y todas. El ejemplar inicio de los Sanfermines es el espejo en el que deben mirarse todos los pueblos y ciudades de Euskadi.