(Firma: María Signo | Lugar: corresponsal | roma)

Dos tragedias en tan sólo 48 horas y cientos de inmigrantes ilegales que llegan cada día. La pequeña isla italiana de Lampedusa, a pocas millas de las costas de Túnez y de Libia, es el principal punto de atraque de los barcos que, cargados de gente, atraviesan el estrecho de Sicilia que les separa de la rica y ansiada Europa. En lo que va de año ya han llegado a las costas sicilianas casi 12 mil sin papeles, mientras en estos momentos el centro de acogida de Lampedusa acoge a 450 personas, cuando su capacidad es de 190.

La alarma se ha desatado en los últimos días tras la llegada a las costas italianas de numerosas embarcaciones pero sobre todo tras los dos últimos naufragios. El sábado perdieron la vida diez clandestinos y 40 desaparecieron tras el incidente protagonizado por un pequeño pesquero abarrotado de inmigrantes y la fragata Minerva de la Marina italiana. Mientras las fuerzas de seguridad italianas lanzaban al mar dos lanchas de salvamento, los ocupantes de la embarcación la hicieron volcar con sus movimientos desesperados. El domingo fueron siete personas las que perdieron la vida, mientras 22 desaparecían al hundirse la lancha de goma en la que viajaban. Mientras tanto, el lunes otros 191 indocumentados fueron salvados del mal estado del mar y llevados a Lampedusa.

Iniciativas comunes

Como primera medida, el Gobierno de Prodi ha pedido a la Unión Europea una serie de iniciativas comunes para obligar a Libia, principal punto de partida de los barcos de inmigrantes, a cooperar a fin de encontrar soluciones. La medida más urgente es la de obtener vía libre para patrullar las costas libias además de programas concretos de desarrollo que incluyan también a Egipto, Túnez y Marruecos. La idea italiana es que todos los miembros de la UE participen en el problema y por ello ha iniciado contactos con el Gobierno alemán, meta final de gran parte de los inmigrantes ilegales para los que Italia es tan solo un país de «tránsito». Las autoridades transalpinas culpan al Gobierno de Gadafi de no hacer nada para frenar los desembarcos en las costas italianas. De momento han organizado un encuentro con Libia y Malta para fin de este mes de agosto, que será un anticipo de la reunión que la Unión Europea y la Unión Africana celebrarán en Trípoli la primavera próxima.

Polémica política

Entre los políticos italianos la polémica está servida. Dentro de la coalición de centro izquierda en el Gobierno son muchos los que piden un cambio de la polémica ley Bossi-Fini sobre la inmigración. Mientras para los verdes y los comunistas esta debe ser derogada, los centristas piden la modificación de algunos artículos. En las filas del centro derecha no se quiere tocar la ley llegando a propuestas como la del ex ministro Roberto Calderoli quien, no escarmentado tras lucir la camiseta con chistes anti árabes, ahora pide el uso de la fuerza con «una salva delante y otra detrás».