Seis inmigrantes entraron de manera ilegal a Ceuta a pie cada día de este 2024. Es el resultado que arrojan las cifras del Informe de Inmigración Irregular que el pasado lunes hizo público el Ministerio del Interior. Según sus datos, la entrada de personas sin documentación a territorio nacional aumentó en el primer semestre del año un 96% respecto al mismo periodo de 2023. La situación de inestabilidad en el Sahel provocó que 19.257 personas llegaran a las costas canarias. Pero la presión migratoria no se limitó sólo al archipiélago. Tal y como se ve en el informe, Ceuta continúa siendo víctima de entradas irregulares: 1.154 personas entraron a pie a la ciudad autónoma en la primera mitad del año, un 151,4% más que en el mismo periodo del año anterior.

Estos datos preocupan, pues uno de los motivos por los que se prioriza la buena vecindad con Marruecos es para tener controlada la inmigración irregular. “Es cierto que no hay una entrada masiva como en otros momentos, pero es un goteo incesante”, se lamenta una fuente del gobierno local consultada por este diario. Según las cifras, cada día entran 6,2 personas a pie a Ceuta y se quedan en la ciudad. La situación se complica con los menores no acompañados, de los que se tienen que encargar las autoridades locales, y provoca una sobreocupación de los Centros de Menores, que en este momento tienen a más de 300 jóvenes acogidos. “Estamos al 350% de nuestra capacidad”, explica la fuente consultada.

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INMIGRACIÓN
Las cesiones de Sánchez a Marruecos no frenan el “goteo constante” de migrantes irregulares en Ceuta: ya más de 1.100, un 150% más que en 2023
Los Centros de Menores de la ciudad autónoma están desbordados: “Estamos al 350% de nuestra capacidad”

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La aduana de Ceuta sigue cerrada
La aduana de Ceuta sigue cerradaA. HEREDIA
Marina Pina
Marina Pina
Actualizado Miércoles, 3 julio 2024 – 02:27
Inmigración Marruecos anuncia que ha frenado el salto masivo de más de 400 subsaharianos a la valla de Ceuta
Seis inmigrantes entraron de manera ilegal a Ceuta a pie cada día de este 2024. Es el resultado que arrojan las cifras del Informe de Inmigración Irregular que el pasado lunes hizo público el Ministerio del Interior. Según sus datos, la entrada de personas sin documentación a territorio nacional aumentó en el primer semestre del año un 96% respecto al mismo periodo de 2023. La situación de inestabilidad en el Sahel provocó que 19.257 personas llegaran a las costas canarias. Pero la presión migratoria no se limitó sólo al archipiélago. Tal y como se ve en el informe, Ceuta continúa siendo víctima de entradas irregulares: 1.154 personas entraron a pie a la ciudad autónoma en la primera mitad del año, un 151,4% más que en el mismo periodo del año anterior.

Estos datos preocupan, pues uno de los motivos por los que se prioriza la buena vecindad con Marruecos es para tener controlada la inmigración irregular. “Es cierto que no hay una entrada masiva como en otros momentos, pero es un goteo incesante”, se lamenta una fuente del gobierno local consultada por este diario. Según las cifras, cada día entran 6,2 personas a pie a Ceuta y se quedan en la ciudad. La situación se complica con los menores no acompañados, de los que se tienen que encargar las autoridades locales, y provoca una sobreocupación de los Centros de Menores, que en este momento tienen a más de 300 jóvenes acogidos. “Estamos al 350% de nuestra capacidad”, explica la fuente consultada.

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REDACCIÓN:EFE Ceuta
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Además de los menores, a Ceuta accedieron mayores de edad, que ralentizan su devolución al país de origen. “Muchas veces piden asilo, o están en una situación de vulnerabilidad, por lo que el proceso de expulsión se puede alargar entre cinco y siete meses”, explica un trabajador del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta. Sin embargo, reconoce que de las 512 camas que tienen, en este momento sólo están ocupadas 440, por lo que están por debajo de su capacidad pese al aumento de las entradas irregulares.

La presión en los centros de menores es tal que fuentes del Gobierno local explican que en febrero solicitaron al ejecutivo nacional la activación del plan de contingencia. De aprobarse, repartiría a los menores por centros de la península para aliviar la presión en una ciudad de apenas 18 kilómetros cuadrados con 84.529 habitantes censados que recibió el equivalente al 1,3% de su población en inmigrantes irregulares. Aunque el pasado 11 de junio se celebró una conferencia sectorial, aún no se ha activado el plan de contingencia, que necesita del visto bueno de las comunidades autónomas para recibir a los menores. “Hemos tenido el apoyo de Andalucía en momentos puntuales, pero no salió adelante el plan”, explican a este diario.

Es Marruecos quien controla la inmigración hacia Ceuta y Melilla. Es por ello que, tras la crisis del 17 de mayo de 2021, cuando miles de inmigrantes cruzaron de manera masiva por las playas de Benzú y el Tarajal hacia España, Pedro Sánchez dedicó gran parte de sus esfuerzos en acercar de nuevo posturas con Marruecos. Todo se arregló con la firma de un documento en marzo de 2022 que Marruecos hizo público. En él se abordaba la cuestión del Sáhara y el Gobierno cambiaba la postura de neutralidad histórica del país. «España considera que la iniciativa de autonomía es la base más seria, realista y creíble para la resolución de este diferendo», aseguraban.

Gracias a ese paso, el Ejecutivo logró empezar a frenar la entrada de inmigrantes ilegales, que ese semestre pasaron a ser 517. El Gobierno ha citado en varias ocasiones los buenos datos de inmigración contenida para demostrar que las relaciones con Marruecos iban bien. De hecho, el primer semestre del año pasado accedieron a pie 459 personas. Pero este año ha cambiado la tendencia, aumentando sin motivo aparente. “Creemos que por un lado hay un efecto llamada”, reconoce una de las fuentes consultadas. Los jóvenes que entran ingresan en un centro y cuentan a sus amigos cómo es la vida al otro lado de la frontera con sus móviles. Otra fuente que no quiere desvelar su nombre ni su cargo, pero está vinculada a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, opina que “Marruecos juega a dos bandas”.

El Reino alauita ha colaborado en dos ocasiones con la Guardia Civil para frenar entradas masivas. Así lo hizo el 17 de noviembre, cuando disuadieron a 400 personas que querían saltar la verja; y también el pasado 10 de abril, cuando se frenó la entrada de un centenar. Marruecos entonces avisó a España de la aproximación de migrantes a la valla y se pudo reforzar la presencia de efectivos en la frontera. “Pero luego el goteo incesante no para. Yo he visto a agentes marroquíes mirando el móvil mientras un chico cruzaba”, asegura.

A este dominio marroquí se suma la precaria situación de los efectivos de la Benemérita en Ceuta. Hace dos semanas, JUCIL denunció que todas las embarcaciones del Servicio Marítimo de Ceuta están averiadas, obligando a los agentes a operar con una embarcación prestada del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Además, el cierre del punto de control de la Guardia Civil en el puerto deportivo dificulta la vigilancia en altura de la entrada por mar.

Los agentes se encuentran en estos momentos con más complicaciones para poder controlar la entrada de efectivos, pues a la falta de medios se suma la Operación Paso del Estrecho, que comenzó el 13 de junio y terminará el próximo 15 de septiembre. Se prevé que 780.000 vehículos marroquíes circulen por España hacia Ceuta y Melilla y los agentes, en el caso de Ceuta, controlan a pie de carretera, protegidos del sol bajo un toldo, el paso de cada vehículo. Lo hacen, por cierto, por la misma frontera que España y Marruecos acordaron utilizar como aduana, pero que aún no se ha abierto por la “complejidad técnica” que Marruecos aún no ha solucionado.