'Matadero de reputaciones', la cancelación como nueva forma de sectarismo
El movimiento 'woke' que disecciona el periodista Julio Vladeón en cada uno de estos ensayos es, quizá, el fenómeno cultural que mejor define nuestro tiempo
El Mundo, , 02-07-2024Aunque muchos de los protagonistas de la revolución contracultural del 64 en California y del 68 en París intentaron rectificar desde sus cómodas cátedras universitarias (y fueron por ello tildados de fascistas), la semilla del sectarismo y la intransigencia había germinado y sus raíces eran ya demasiado profundas como para poder arrancarlas. Los primeros brotes de lo que se llamaría con el tiempo la cultura woke o cultura de la cancelación aparecieron tan pronto como en los años 80, aunque su capacidad de difusión era entonces muy limitada.
MATADERO DE REPUTACIONES
Julio Valdeón
La Esfera de los Libros. 212 páginas. 20,90 € Ebook: 8,99 €
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Pero de lo que no cabe duda es de que aquella generación de enrangés se había instalado en los puestos de élite de la universidad, la administración, la política y los medios y hubo que esperar al inevitable hecho biológico para que los desalojaran.
EL AGRAVIO COMO MOTOR
Por eso, a través de las biografías de aquellos idealistas transmutados en jemeres culturales, investidos con la autoridad de las tribunas mediáticas y encumbrados en los mismos departamentos académicos que habían intentado derribar con adoquines, pero, sobre todo, de sus postulados marxistas (en sus sucesivas variantes que van desde el trotskismo al maoísmo, pasando por el castrismo o los más exóticos delirios asiáticos) se puede establecer el hilo de continuidad entre los movimientos de los años 60 y 70 y el wokismo actual.
Así lo explica el catedrático Pablo Pérez López en su reciente ensayo De mayo del 68 a la cultura woke (Palabra), y así puede rastrearse también en la recopilación de artículos (44 en total, más una coda y un largo prólogo repleto de sustanciosas reflexiones) que Julio Valdeón publicó hace poco más de un año en su columna de la sección de Opinión de este periódico.
Matadero de reputaciones, explica José María Albert de Paco en el Epílogo, es “un inventario urgente de viejas y nuevas cancelaciones en el que Julio Valdeón, en su registro más afilado y desafiante, deja constancia de que la cancelación, en efecto, es una lacra realmente existente”. De Paco define el wokismo como “una exacerbación de la corrección política que estabula a los individuos en identidades (mujer, negritud, LGTBI, inmigración…), ensalza el agravio como motor de la historia e impone el resarcimiento sine die de los damnificados de la heteronormatividad, el racismo estructural o lo que dicte la incomprensible farfolla de los doctrinarios queer”.
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Novelista, ensayista, pero ante todo periodista de hondo y largo recorrido, Valdeón disecciona en este libro el que quizá sea uno de los fenómenos que mejor definan nuestro tiempo (en sus derivadas de indigenismo, identitarismo, multiculturalidad, feminismo, adanismo, populismo, nacionalismo) y pone nombre y apellidos a algunas de sus víctimas, que no son pocas.
Y lo hace a través de su propia experiencia. «Viví en Nueva York entre 2005 y 2021», escribe. “Asistí al descorche emocional de toda una ciudad en Harlem cuando Obama ganó ante McCain (…) Contemplé en directo (y también escribí sobre) el descarrilamiento cognitivo, estético y moral de la izquierda, mientras la derecha mutaba en una bestia bifronte, entre el creacionismo y el caudillismo. La polarización alcanzó cotas fascinantes. La nación se vio dividida entre amigos y enemigos. A un lado pedían la cabeza de científicos, escritores y cineastas para lavar mejor no sé qué pecados colectivos, originales, estructurales, mientras que desde la trinchera de la derecha, igual de cafres, desencadenaron una cruzada contra los derechos LGTBI, criminalizaron a los inmigrantes y, animados por el propio Trump, nacionalista y populista en jefe, negaron la legitimidad de los resultados electorales y alentaron el asalto del Capitolio”.
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