Las palabras de Montilla sobre inmigración enfrían la postura de un PSC cuyos dirigentes se habían mostrado hasta ayer fervientemente favorables a esta medida, que consideraban como un paso imprescindible para conseguir la integración de los inmigrantes.

Por su parte, CiU, que se ha desmarcado de esta iniciativa al considerar que puede poner en peligro el bienestar de la sociedad catalana, cargó ayer contra Montilla. El portavoz de CDC y secretario de acción electoral de CiU, David Madí, acusó al PSC de estar realizando una política confusa en materia de inmigración. Madí pidió al candidato socialista que explique sus propuestas al respecto y diga si están a favor de una política “que favorezca el humanitarismo y la integración, pero que, a la vez, evite el descontrol y los abusos hacia la sociedad del bienestar”.

Madí aseguró que la federación nacionalista tiene “muy claras” sus ideas en este asunto, porque “pone en juego el modelo de sociedad”, y aseguró que las propuestas electorales de CiU en inmigración “estarán inspiradas en las políticas más avanzadas” de las democracias occidentales. Mientras, el líder de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, propuso ayer una mesa estatal de partidos para abordar la inmigración y su derecho a voto, creando “una comisión específica en el Congreso, como se hizo con el pacto de Toledo para las pensiones”.

Duran afirmó que “no se puede hablar sólo de derechos de cara a los inmigrantes”, sino también de deberes, “y eso no es xenofobia: eso es lo que hacen en Quebec o Alemania, y sin derecho a voto, sino sólo por tener derecho a la ciudadanía, que no es la nacionalidad”.

Un rifirrafe dialéctico al que se sumó también el presidente de ICV, Joan Saura, quien tachó de “sorprendente el silencio de Artur Mas” en esta cuestión. Saura urgió al presidente de CiU a que “desautorice” las declaraciones de los dirigentes de Unió sobre la necesidad de que los inmigrantes que vayan a obtener el derecho a voto deban respetar y conocer la cultura y las tradiciones catalanas. “Pone los pelos de punta oír que Catalunya no puede regalar el derecho a voto porque ni siquiera tienen esta cultura en sus países de origen, o que primero se les debe hacer un examen de catalán”, dijo Saura.

Unas críticas a CiU a las que se sumó la Federación de Entidades Latinoamericanas de Catalunya (Fedelatina). El presidente de la federación, Javier García Bononi, dijo que la exigencia de un “examen de catalanidad” sólo es una utilización de argumentos “endebles y reduccionista”. Y preguntó: “¿No sostenía esta fuerza política que es catalán toda persona que vive y trabaja en Catalunya?”.