EL RETO DE LA INMIGRACIÓN Los números Sólo 63.500 inmigrantes, de cinco países sudamericanos, podrán votar en las municipales en Catalunya, donde residen 587.000 extranjeros

Un derecho municipal y escaso

La Vanguardia, 22-08-2006

CARMEN DEL RIEGO – Madrid

Los inmigrantes que podrán votar en el 2007 en Catalunya suponen el 1,2% del censo
No será marroquí, como lo son casi el 30 por ciento de los inmigrantes que residen legalmente en Catalunya (587.616), ni ecuatorianos, que suponen el 10 por ciento de esa población. Ni lo harán en las elecciones del 1 de noviembre, ni en las que vuelva a haber dentro cuatro años después. Los inmigrantes que puedan beneficiarse de la iniciativa que PSOE e IU-ICV han presentado en el Congreso afectará a unos 63.500 inmigrantes en Catalunya, lo que representa poco más del uno por ciento de su censo electoral, 5.202.291. Todos serán latinoamericanos, y de ellos el mayor número serán colombianos, que si se concreta el acuerdo podrán elegir en mayo del año que viene a alcaldes y concejales, y ser elegidos. Nada más. Ni diputados, ni senadores, ni diputados del Parlament, ni presidente de la Generalitat.

La Constitución española es tan restrictiva como la de la mayoría de los países europeos a la hora de reconocer el derecho a voto de los extranjeros. Lo hace en su artículo 13.2, el único que se ha modificado hasta ahora, en 1992, precisamente para que pudieran votar en las elecciones municipales los ciudadanos residentes en España procedentes de los países de la Unión Europea, en la actualidad 867.721, de los que 89.954 residen en Catalunya, y de ellos tienen derecho a voto unos 80.000, la mayoría italianos (21.514), seguidos de franceses (12.465), alemanes (10.909) y británicos (9.068).

“Solamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23 (sufragio), salvo lo que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales”.

Es decir, elecciones municipales, no autonómicas, que serán las próximas que se celebren, y siempre que haya reciprocidad, el problema más insalvable para generalizar el proyecto.

Otros países europeos, en cumplimiento de la recomendación de la Unión Europea que ha pedido a sus miembros que amplíen el derecho a voto a los ciudadanos de terceros países, han avanzado en la misma dirección.

Hasta ahora, España ha firmado acuerdos de cooperación y amistad susceptibles de concretarse en convenios de reciprocidad sólo con cinco países: Argentina, Venezuela, Chile, Uruguay y Colombia. Si se firman esos convenios, 321.000 inmigrantes podrán votar en las municipales de toda España. Tampoco serán ni marroquíes, pese a suponer el mayor número de inmigrantes en España (503.966), ni ecuatorianos, que les siguen en número, 339.618, porque España no tiene convenios en el primer caso, y porque la Constitución ecuatoriana prohíbe expresamente el voto de los extranjeros, lo que hace imposible la reciprocidad. Serán colombianos, 182.000, de los que 29.000 votarán en las municipales catalanas; 75.000 serán argentinos, de los que viven en Catalunya unos 18.500. También habrá 24.500 venezolanos (3.000 en Catalunya); 22.000 uruguayos (7.000 en Catalunya) y chilenos, 17.500 (6.000 en Catalunya).

Otros países de la Unión Europea permiten ya votar a los extranjeros residentes, con algunas condiciones. Irlanda pide seis meses de residencia: Suecia exige tres años, igual que Dinamarca. Holanda eleva esa exigencia a cinco años. En el Reino Unido sólo pueden votar, en todos los comicios, los ciudadanos de la Commonwealth. Portugal aplica la reciprocidad, pero sólo para sus antiguas colonias.

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