León, 17 jun (EFE). – La Fundación San Juan de Dios ha notificado este lunes al Ayuntamiento de Villaquilambre (León) que los refugiados que llegarán a un centro de acogida del municipio serán 180 y proceden de Malí y Senegal, según el alcalde, Jorge Pérez Robles, quien ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los vecinos y ha pedido acabar con la sensación de que es un “pueblo racista, porque no lo es ni mucho menos”.

Así lo ha indicado a EFE el regidor tras reunirse con representantes de la orden religiosa, que será la encargada de gestionar el centro de acogida que se ubicará en el Chalé el Pozo, un antiguo hotel que lleva más de una década cerrado en la localidad de Villarrodrigo de las Regueras.

Según el acuerdo suscrito entre la Fundación San Juan de Dios y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el acogimiento tendrá lugar hasta el próximo 31 de agosto.

Pérez Robles ha explicado que para gestionar el centro, la orden de San Juan de Dios destinará a 35 personas que se encargarán de cuestiones como la enseñanza de idiomas, orientación al empleo y asuntos relacionados con la integración de estos refugiados.

Ha detallado que también han asistido a la reunión representares de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que han explicado cómo se deben realizar los trámites burocráticos para darles la carta de asilados políticos.

Ante el rechazo que la llegada de estos refugiados ha provocado en algunos vecinos del municipio, que han organizado actos de protesta diarios, el alcalde ha trasmitido un mensaje de “tranquilidad” y ha garantizado que el centro va a funcionar con toda normalidad y las personas que lleguen “van a estar integradas”.

“España y el pueblo leonés son solidarios y acogen al que venga”, ha señalado Pérez Robles, que ha recordado que los españoles “también tuvieron que emigrar en otras épocas y ahora toca ayudar a quienes vienen a pedir ayuda”.

Además, ha incidido en que entre todos hay que tratar de “quitar la sensación de que Villaquilambre es un pueblo racista porque no lo es ni mucho menos”.

“Tenemos, entre todos, que luchar contra la xenofobia y contra los partidos que la promueven y trabajar para la integración de estas personas, y que durante el tiempo que estén con nosotros los refugiados se sientan acogidos, protegidos e integrados por un pueblo hospitalario”, ha subrayado.

En una asamblea celebrada el pasado jueves, los vecinos decidieron manifestarse diariamente cada mediodía frente al ayuntamiento y a las 20;30 horas ante la sede de la Subdelegación del Gobierno, así como poner en marcha una recogida de firmas contra la llegada de estos refugiados.

Además, los vecinos han presentado en el ayuntamiento una denuncia por lo que consideran una infracción urbanística y un uso indebido de licencia de actividad del Chalé el Pozo.

Respecto a este denuncia, el alcalde ha apuntado que no le consta la ilegalidad que denuncian los vecinos.

“No conozco ninguna licencia municipal especial para trabajar como centro humanitario de refugiados”, ha zanjado.