La guerra civil de Sudán dispara el éxodo migratorio mundial

La violencia y la escasez de recursos fuerzan en un año la huida de diez millones de habitantes, la quinta parte de la población del país africano

Diario Vasco, Gerardo Elorriaga, 17-06-2024

La ciudad sudanesa de El Fasher se encuentra en una situación crítica. «Los tiroteos y bombardeos afectan a la capital de la provincia de Darfur Norte sin discriminar hospitales y viviendas». Abdifatah Yusuf Ibrahim, coordinador de Médicos Sin Fronteras en la zona, advierte de la falta de alimentos y suministros médicos en esta urbe de 1,5 millones de habitantes, con unos 800.000 desplazados, y que tan sólo uno de sus tres hospitales se encuentra actualmente operativo. En los últimos días, miles de residentes han huido de los combates entre el Ejército y las milicias Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que la sitian, hacia el cercano campo de Zamzam, donde ya se hacinan unas 300.000 personas en condiciones catastróficas de malnutrición.

Este asedio no es el único que sufre actualmente Sudán. Las ciudades meridionales de Babanusa y El Obeid también se hallan, desde hace meses, rodeadas por la guerrilla. La vida tampoco es sencilla en aquellas zonas a las que no han llegado los enfrentamientos. Según fuentes de la cooperación española, se precisa importar todos los productos básicos y la moneda local se devalúa constantemente.
La guerra civil se halla estancada. No se han producido avances destacados de ambos bandos. Mientras tanto, más de diez millones de sudaneses, en torno a la quinta parte de la población total, han abandonado su hogar a lo largo del último año por el conflicto. Este conflicto bélico se expande y amenaza con dividir el territorio en dos áreas de influencia. Según esta interpretación, la occidental quedaría en manos del RSF, que también controla gran parte de la capital, mientras que la oriental permanecería bajo el dominio de las Fuerzas Armadas.

La crisis del país africano ha incrementado sustancialmente el número de desplazados forzosos. Al menos, 120 millones de individuos sufren este drama en todo el mundo, según el último informe de ACNUR, que también menciona la grave y masiva incidencia del fenómeno en Birmania, República Democrática del Congo y la Franja de Gaza, donde afecta al 75% de los residentes. En cualquier caso, Siria sigue siendo el país con la mayor afectación ya que concentra 13,8 millones.

ACNUR eleva a 120 millones los desplazadosa nivel global, motivados también por conflictos como el de Siria o Gaza
De acuerdo con los datos de ACNUR, si la población desplazada a nivel global fuera un país, sería el decimosegundo más grande del mundo, aproximadamente del tamaño de Japón. En este crecimiento exponencial del número de exiliados, la agencia de la ONU para los refugiados ha explicado que un factor determinante es el devastador conflicto en Sudán. No en vano, desde abril de 2023 se han registrado más de 7,1 millones de nuevos desplazamientos internos y más de 1,9 millones hacia el exterior.

Nuevas contiendas
El aumento del 50% en el número de víctimas en tan sólo cinco años se debe a la aparición de nuevas contiendas y a la incapacidad para resolver crisis prolongadas, según el dossier ‘Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado’. El 40% de los afectados son niños y más de 43 millones de quienes han debido abandonar su vivienda requieren protección internacional.

Los flujos no suelen ser de largo recorrido. El 69% ha sido acogido en los Estados más cercanos al suyo y el 75% reside en países de renta media o baja. Estados Unidos, Alemania, Canadá y España se encuentran entre los destinos más demandados en las solicitudes de asilo, pero son Líbano o Jordania los que acumulan mayor número de refugiados. ACNUR estima que 4,4 millones de personas sufren la condición de apátridas y otras 565.900 han logrado la ciudadanía en algún país desde que la agencia puso en marcha un programa al respecto en 2014.

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El número de refugiados es de 43,3 millones, el triple que hace una década. Siria, Afganistán, Ucrania y Venezuela, con más de seis millones de ciudadanos en esta condición, acumulan más del 50%. Tan sólo 1,1 millones de aquellos que cruzaron fronteras en su huida lograron recuperar su hogar a lo largo de 2023. Otros no lo conseguirán. Existe la constancia de que entre 2021 y 2023 al menos 950 personas fallecieron al intentar cruzar el desierto del Sahara y que otras 7.600 perecieron en su travesía por el Mediterráneo.

La entidad de Naciones Unidas demanda acciones urgentes para acabar con esta progresión. «Es momento de que las partes en conflicto respeten el Derecho Internacional y las leyes básicas de la guerra», advierte Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los Refugiados. «La realidad es que, si no hay cooperación ni esfuerzos conjuntos para abordar los conflictos, las violaciones de Derechos Humanos o la crisis climática, las cifras seguirán aumentando, lo que traerá consigo más sufrimiento y costosas respuestas humanitarias».

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