Los primeros menores inmigrantes no acompañados podrían encontrar acogida en el centro de La Cantueña después del verano, aunque la idea es acoger en este recinto de Fuenlabrada a un centenar, al menos. Y más teniendo en cuenta que con la llegada del buen tiempo la presión migratoria sobre Canarias aumenta y es necesario el reparto de «sin papeles» a todas las comunidades autónomas.

El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García, y la de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, han visitado hoy el centro sobre el que el Ejecutivo autonómico y el Ayuntamiento de Fuenlabrada mantienen un pulso por las resistencias del Gobierno local al uso de las instalaciones y su intento de frenar las obras de remodelación por la vía judicial.

La visita coincidía con la reactivación de las obras después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 24 de Madrid haya suspendido forma cautelar el decreto municipal por el que se paralizaban los trabajos de adecuación que ya había iniciado la Comunidad de Madrid.

Se trata de una instalación de 4.000 metros cuadrados, prevista para acoger a un centenar de menores en la que se invertirán siete millones de euros. Además, dispondrá de zonas comunes, como las de formación, consigna, comedor o enfermería; dormitorios; zonas de baño, y espacios para los educadores donde puedan desarrollar los programas de integración, según informó la Comunidad de Madrid.

En estas instalaciones también se creará un centro de formación para jóvenes madrileños con vistas a conseguir una mayor inserción laboral, según anunció ayer la presidenta madrileña.

El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, pidió al alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala (PSOE), que se sume a la Comunidad de Madrid a la hora de exigir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «poner orden al caos migratorio que ha generado su Gobierno».

Por su parte, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, se mostró confiada en que el regidor se aplaque y abandone el pulso que mantiene con la Comunidad. «Espero que el alcalde de Fuenlabrada, deje de situarse en una posición de rebeldía y pare de boicotear estas instalaciones para estos menores, porque siguen llegando y nuestros recursos siguen tensionados». Pero el regidor sigue dando la batalla y calificó de «provocación a la ciudad» la visita de los consejeros sin previo aviso y su «actitud prepotente».