Sin propaganda política, sin mítines al uso y hasta sin un programa electoral. Así es como el activista e influencer Luis Alvise Pérez (Sevilla, 1990) logró el domingo 800.763 votos, el 4,59% del total de los emitidos en las elecciones europeas, que se traducirán en tres escaños en el Parlamento de Bruselas. ¿Para hacer exactamente qué?

Ante la falta del documento en el que los partidos tradicionales declaran su ideología, los valores que defienden y sus propuestas, hay que repasar las declaraciones que el líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) ha ido haciendo a lo largo de los últimos meses, fundamentalmente a través de las redes sociales, para descifrar cuáles son sus intenciones para los próximos cinco años. Y aunque su discurso incluye puntos coincidentes con Vox, como la «deportación masiva» de inmigrantes ilegales, tiene, sobre todo, tintes antisistema.

Entre las ideas trasladadas por Alvise está la de crear «la mayor prisión de Europa a las afueras de Madrid» para encerrar en ella «incluso a una persona que tenga un tatuaje de una banda». La creación de un macropenal es la medida que puso en marcha el año pasado el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para combatir la extrema violencia que es un problema real en el país centroamericano por la acción de las maras de pandilleros.

«Si tenemos que meter a 40.000 tíos en prisión, los metemos, y si luego me tiene que venir la ONU a decir que estoy violando derechos fundamentales me descojono. Digo, mira, pues te cojo a los 40.000 en fila y te los llevo, ¿a dónde queréis? ¿A qué país progre quieres que te los lleve?¿A Francia?¿A Alemania? Para vosotros los 40.000 criminales que no queremos en España», remataba el argumento en una entrevista.

Además, el jefe de gabinete de Toni Cantó cuando era diputado de Ciudadanos en las Cortes Valencianas ha propuesto una modificación de la Constitución para implementar «trabajos forzosos» a pederastas y asesinos. Jactándose de que ha iniciado 22 causas por corrupción, también ha reiterado en las intervenciones públicas que ha hecho en la calle, megáfono en mano, que él no quiere que Pedro Sánchez dimita, «porque luego se va a República Dominicana a gastarse los millones», que lo quiere es que «vaya a prisión», lo que provocaba aplausos entusiastas entre los simpatizantes que acudían a sus actos en las principales ciudades españolas.

No obstante, lo más vitoreado por los potenciales votantes de Alvise que tiene 925.000 seguidores en Instagram y más de 519.000 en Telegram ha sido su promesa de ser «el primer político español de la historia» que va a «sortear» el 100% de su sueldo como eurodiputado «entre todos los españoles que lean su newsletter», unos dos millones de euros según sus propios cálculos. «El golpe de realidad cuando descubran que siempre cumplo mis promesas y que voy con todo contra este sistema criminal va a ser épico», ha subrayado frente a los «mercenarios», como los llama, que han puesto en duda que vaya a hacerlo.

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En su particular campaña basada «en el mayor boca a boca de la historia» en tono populista, el líder de SALF ha criticado incluso a Felipe VI por prestarse a sancionar la Ley de Amnistía cuando «la Constitución dice que los indultos generales están explícitamente prohibidos» y su «principal obligación» es «proteger» la Carta Magna: «Si el Rey de España firma algo que es contrario al marco constitucional no está cumpliendo su tarea como Rey de este país y, por tanto, la pregunta obvia y lógica de todos los españoles es ¿para qué cojones sirve el Rey? Y si no sirve para nada, ni siquiera para la única función que tiene, ¿por qué tenemos que dedicar 10 millones de euros al año en que viva en La Zarzuela?».

Es más, ha llegado a sugerir al monarca que se niegue a ratificar la norma aprobada por el Congreso, que disuelva las Cortes Generales y, «si se decide y llegamos al mismo punto», que «abdique». «Eso sería lo sensato. Y si no hace eso, sería el primer antimonárquico de este país», ha afirmado sin titubear indicando, asimismo, que cree que «sería muchísimo más difícil» que un Gobierno como el de Sánchez hubiera puesto a Juan Carlos I en esta tesitura «por una cuestión de actitud, de conexiones y de influencia».

Según su propio testimonio, Alvise se ha presentado a estas elecciones para lograr el aforamiento que le dará su condición de eurodiputado y «blindarse jurídicamente» ante las denuncias y condenas que ya le han sido impuestas por difundir bulos de políticos y periodistas. También ha propuesto limitar los medios de comunicación para «promover la libertad de expresión».

En sus similitudes con los planteamientos de Vox, ha vinculado las «manadas extranjeras» con «violaciones a mujeres» y ha asegurado que «los tomates necesitan más papeles para salir de la huerta que un inmigrante ilegal para entrar en este país». Coincide, además, con el partido de Santiago Abascal en su oposición al aborto tras haber participado activamente en protestas frente a clínicas de interrupción del embarazo.