Ione Atenea presenta este martes, 11 de junio, el documental 'Luces en sombra' en la Muestra de Cine y Mujeres

La directora navarra refleja las experiencias de seis mujeres responsables de cuidar a otras personas "en condiciones de auténtica explotación"

Deia, Ana Oliveira Lizarribar, 11-06-2024

Limpian, crían, entretienen, vigilan, socorren… Cuidan. Son las mujeres a las que a diario confiamos lo más frágil y valioso que tenemos, las personas mayores y/o dependientes y las/os niñas/os, y a las que, sin embargo, apenas vemos. Nos parecen transparentes, pero no lo son. Son visibles si miramos bien. Tienen una historia, inquietudes, deseos, sueños, esperanzas.

Y nombres: Lida, Cándida, Katia, Silvia, Rosa Mari, Helena… Quieren que las traten bien. Sin desdén. Como a todos/as. No hay que ponerse medallas cuando se es amable y educada/o con ellas. Pero la invisibilización y la condescendencia es su pan de cada día. Para “generar conciencia” en torno a su situación, Ione Atenea ha realizado la película documental Luces en sombra, que se proyectará este martes 11 de junio, a partir de las 18.00 horas, en los cines Golem Baiona dentro de la 38º Muestra Internacional de Cine y Mujeres. En la misma sesión podrá verse Krutxalteatik Uroranat, de Marina Lameiro.

La cineasta navarra acudirá hoy a la presentación y coloquio de este proyecto y lo hará acompañada de Kati Reimberg y Soraya Ronquillo, ambas activistas de la Asociación Bidez Bide de Gipuzkoa. Ione Atenea conoció la entidad durante una clase de Antropología que ofreció junto a Marina Lameiro en la UPV-EHU. “Acompañan a mujeres migrantes que trabajan en el ámbito de los cuidados y lo hacen desde una perspectiva feminista”, cuenta. “Nos dijeron que tenían la idea de un documental con seis protagonistas para usarlo como herramienta pedagógica y a nosotras nos pareció un tema importante que era necesario abordar”, agrega. Con el plural se refiere a Hiruki Filmak, la productora fundada por ella, Lameiro y Garazi Erburu con la que ya han estrenado trabajos como Young & Beautiful, de Marina Lameiro; 918 Gau, de Arantza Santesteban; Los caballos mueren al amanecer y Enero, de Ione Atenea, o Paraíso, de Lameiro y Maddi Barber, entre otros. “Queremos hacer cine de otra forma, en la que se tengan en cuenta la ética y los cuidados mutuos”. Y de manera colectiva, como Zinema Auzolanean, dirigido por Marina a partir del proyecto que hizo en Uztárroz en el marco de Landarte. “Habían hecho tres películas allí, pero ninguna había contado con el pueblo, y ella quiso que fueran los vecinos los que decidieran cómo querían autorretratarse”. Posteriormente, extendieron el proyecto a Lerga, localidad natal de la madre de Ione y Marina, y Espinal, de donde procede Garazi.

“Somos una sombra”
En el caso del documental que presentará hoy en Pamplona, Ione Atenea se ha encargado de la dirección, el montaje y la fotografía de una historia cuyo título parte de una frase de una de las protagonistas en la que dice: “Somos una sombra, la gente ve a la persona cuidada, no a la cuidadora”. Una situación de invisibilidad que se suma a las condiciones de “auténtica explotación” que padecen, y no solo económica, sino también física, ya que, como dicen desde Bidez Bide, “una persona sola no puede hacer todo el trabajo”, que suele incluir limpiar, cocinar, recoger, estar al tanto de la medicación, asistir…, con jornadas interminables y un salario más que escaso. En definitiva, estas mujeres nos cuidan. “Realizan funciones súper importantes en nuestra sociedad y, sin embargo, no le damos el valor que tienen”, subraya la cineasta, que incide en que también convendría “repartir los cuidados de forma colectiva”, y que no recayeran solo en las mujeres.

Escena de 'Luces en sombra'.
Escena de ‘Luces en sombra’. CEDIDA

En este punto, en el documental destaca el caso de Helena, mujer vasca que cuidó de su hermana hasta su fallecimiento porque era lo que todo el mundo creía que tenía que hacer. Tanto su familia “como yo misma” tenían ese “mensaje interiorizado”. “Llega un momento en que dejamos de existir y piensas si es que solo nací para cuidar o si tienes derecho a quejarte”, apunta Helena en la película. De ese agujero “es muy difícil salir”, pero “el arte ayuda”, afirma. Ya sea en forma de poesía, pintura, teatro… Asunto, el de la creación, con el que Ione Atenea se identifica “mucho”.

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Destaca, asimismo, en el filme la escenificación de situaciones. Y es que, dado que “el mayor límite que teníamos en el rodaje era poder grabar a las mujeres en sus trabajos, decidimos organizar encuentros entre ellas y montar algunas escenas” en las que comparten sus experiencias a partir de la improvisación y de la técnica del Teatro del oprimido. “Fueron momentos muy bonitos que funcionaban como catarsis o, como dice una de ellas, como exorcismos”, sigue la realizadora, que ha usado el humor como herramienta para narrar algunas situaciones difíciles. “Siempre ayuda”, defiende.

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