Megáfono en mano y con el Guggenheim de fondo: así convenció Alvise Pérez a 2.699 bilbaínos

El candidato ultra de 'Se Acabó la Fiesta', la sorpresa de las elecciones europeas en España al conseguir tres eurodiputados, hizo parada en Bilbao el pasado jueves

El Correo, Gabriel Cuesta, 11-06-2024

El ‘influencer’ Alvise Pérez, el candidato ultra que ha dado la sorpresa en estas elecciones europeas con tres escaños para su agrupación de lectores ‘Se Acabó la Fiesta’, también consiguió que su mensaje calase en las urnas de Bilbao este pasado domingo. En menor medida que en otras partes del país, consiguió arañar un 2% del voto en la principal ciudad de Bizkaia. En total, 2.699 papeletas. Una buena parte de esos votantes seguro que acudieron al llamamiento que este sevillano de 34 años hizo para que sus seguidores en redes sociales acudiesen el pasado jueves 6 de junio al parque República de Abando. Megáfono en mano y con el museo Guggenheim como telón de fondo, defendió su particular teoría de la ‘partitocracia’ en la que acusa a todos los partidos de «corruptos» y definió al País Vasco como «un territorio con riqueza» gracias al «sudor y sangre» de sus padres y abuelos.

El vídeo de esta visita a Bilbao lo colgó el propio Alvise en sus redes sociales antes de que ‘Se Acabó la Fiesta’ montase su particular guateque en una sala de fiestas de Madrid, donde compareció el ‘influencer’ tras arañar tres escaños. Una noche larga en la que no faltó ni el Pequeño Nicolás. En la publicación, con una duración de algo más de un minuto, se le puede ver dirigiéndose megáfono en mano a un nutrido grupo de personas en el parque República de Abando, con el Guggenheim de fondo. Fue su última cita antes del fin de campaña que realizó el viernes en Sevilla a la mañana y, ya a la tarde, en Madrid.

Se trata de un montaje con tintes completamente propagandísticos que ha superado los 21.000 ‘me gusta’ en Instagram. La música épica antecede algunos fragmentos del discurso del sevillano, encasillado ideológicamente aún más a la derecha que Vox. «El País Vasco ha sido un territorio con riqueza no porque haya caído del cielo. Vuestros padres, abuelos y bisabuelos han trabajado con sudor y sangre para que esta gran tierra que es el País Vasco», proclamaba. Y remataba. «No os lo ha regalado nadie».

En lo que no entra la publicación de su parada en Bilbao es en sus líneas maestras de su propuesta política. Básicamente, porque su agrupación de electores carece de programa electoral. En su lugar, reiteró su teoría de la ‘partitocracia’, con la que ataca a todos los partidos «desde la transición» y les acusa de corruptos. En definitiva, siembra la idea de un país podrido. Una proclama antisistema que busca su hueco en el descontento, sobre todo entre los más jovenes, principalmente varones. «Hemos conseguido luchar contra la corrupción de todos los partidos políticos. Porque la virgen de la corrupción y la pobreza de España es la ‘partitocracia’. Todos los partidos que llevan desde la transición mamando de nosotros y saqueándonos a todos», sostenía en pleno centro de Bilbao.

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