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El consejo que la madre de Mbappé le dio al futbolista: "Si no estás seguro, el Real Madrid siempre está ahí para ficharte"

Los padres del astro francés le criaron en un entorno humilde y ahora han jugado un rol esencial para que fiche por el Real Madrid

El Mundo, Daniel J. Ollero, 04-06-2024

Ya es una realidad. Kylian Mbappé se ha convertido a sus 25 años en el nuevo fichaje del Real Madrid para las próximas cinco temporadas. Su historia con el equipo viene de lejos.

“Si no estás seguro de tu decisión sabes que el Real [Madrid] siempre está ahí para ficharte”, le dijo Fayza Lamari a su hijo, mientras la familia negociaba su primer contrato con el jeque Nasser al-Khelaifi, propietario del Paris Saint-Germain. Un episodio que el futbolista ha contado en su autobiografía (publicada en formato de novela gráfica) y ante el que él mismo asegura haber respondido con indignación.

La frase de “el Real siempre está ahí para ficharte” ha ocupado un lugar en la vida del francés similar al “siempre nos quedará París”, que Rick (Humphrey Bogart) le suelta a Ilsa (Ingrid Bergman) al final de la película Casablanca: un deseo, un anhelo y una atracción mutua que ahora, por fin, se ha materializado con su fichaje, el más anhelado en los últimos años por la afición madridista.

El feeling entre ambos siempre ha sido más que evidente, aunque hasta ahora no había pasado de ser una tensión no resuelta. El jugador siempre ha confesado haber profesado una profunda admiración por el Madrid desde su infancia: tenía la pared forrada con fotos de sus jugadores (como Cristiano Ronaldo y Zidane) y durante una de las primeras Navidades de su vida se cogió un berrinche porque Papá Noel le trajo una camiseta (falsa) del club blanco a la que le faltaba la cruz que remata el escudo.
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“Nunca me pondré esta camiseta. No es la de verdad. La llevaré cuando sea mayor y juegue allí”, le espetó a su indignada madre, que había hecho un importante esfuerzo económico para satisfacer los deseos del pequeño Kylian.

Fayza Lamari, la madre de Mbappé, el jugador y él de niño con Cristiano Ronaldo.
Fayza Lamari, la madre de Mbappé, el jugador y él de niño con Cristiano Ronaldo.AGENCIAS
Por su parte, el interés del Real Madrid por Mbappé data desde que el jugador tenía 13 años. El propio Zidane (entonces al frente del club) le invitó a conocer el equipo y pronto llegaron las ofertas en serio del club blanco. Las primeras fueron rechazadas por sus padres por ser demasiado pequeño y temían que tuviera problemas de adaptación. Después, cuando el jeque Al-Khelafi quiso llevárselo del Mónaco al PSG, el Madrid también se interesó por él, aunque el francés prefirió seguir jugando en su país. En 2021, cuando la cosa estaba a punto de caramelo, el jeque se empeñó en retenerle pese a la astronómica oferta de 180 millones del Real Madrid por un jugador que se quería marchar y al que le quedaba un año de contrato.

En mayo de 2022, cuando el delantero había quedado libre y ningún acuerdo le retenía en París, su madre estuvo negociando a dos bandas para firmar la mayor renovación de la historia del futbol: 300 millones en primas y un salario de 100 millones al año. Como Bogart en Casablanca, Kylian decidió quedarse en tierra y no subirse al avión.

Una decisión en la que intervinieron dos de los inquilinos del palacio de Elíseo: Emmanuel Macron y Nicolas Sarkozy. Todo un episodio histórico: dos presidentes de la Republique pegando un telefonazo a un chaval de los conflictivos arrabales de París para convencerle de que no se marchara de la capital gala. Sin embargo, Kylian Mbappé no era un chaval cualquiera y su imagen resultaba un activo clave convertido en cuestión de Estado en dos países (Francia y Catar, propietaria del PSG y sede del Mundial que se celebró ese mismo año).

Mbappé ha sido tan aclamado en Francia como vapuleado por la hinchada madridista, que se ha considerado engañada y rechazada en estos últimos años. Al astro francés le ha costado tomar la decisión, algo que solo puede comprenderse dando un paseo de dos horas desde Stade de France hasta Bondy, el municipio de 50.000 habitantes del extrarradio de París donde nació y desde donde consiguió llamar la atención de los mejores clubes de fútbol de toda Europa.

ORÍGENES HUMILDES
En España, Bondy suena como una nota biográfica al pie de página sobre Mbappé. Sin embargo, es un escenario habitual de las páginas de sucesos francesas desde hace décadas. Cuando el joven Mbappe acudía a los entrenamientos con 7 años, las calles de esta banlieue ardían en los famosos disturbios que asolaron los arrabales de las grandes ciudades del país en 2005. Una violencia fruto de la ira y la frustración de los hijos de inmigrantes pobres, que se sentían excluidos por el sistema y que estallaron tras la muerte por electrocución de dos chicos que huían de la policía.

Los padres de Mbappé, Fayza y Wilfrid.
Los padres de Mbappé, Fayza y Wilfrid.AFP
Según estudios elaborados por el propio Estado francés, Bondy tiene el dudoso honor de haber encabezado la lista de municipios más pobres del país y con mayores tasas de desempleo. Un vecindario multiétnico marcado por historias de inmigración como la del clan Mbappé.

Su madre, Fayza Lamari (50), es de origen argelino. Su padre, Wilfrid (53), nació en Camerún. Su “hermano mayor”, Jirés Kembo, es un chico de Zaire al que sus padres mandaron a Francia. Wilfrid decidió adoptarle como su tutor legal y le cuidó como a un vástago más pese a sus apreturas económicas: vivían en una casa de 57 metros y trabajaba como un entrenador de fútbol infantil en las canchas que se encontraban frente a su ventana. Unas instalaciones deportivas que Mbappé obligó a Nike a remodelar cuando firmó su primer contrato publicitario con la marca de ropa.

Sin embargo, a diferencia de lo que es habitual en Bondy y en otras banlieue vecinas, los Mbappé cuentan con un fuerte sentimiento de arraigo francés. “Con seis años cantaba La Marseillaise con la mano en el corazón” y decía que “jugaría un mundial con Francia”. “Era gracioso verlo en un niño de esa edad”, recuerda el que fue uno de sus primeros entrenadores, Antonio Ricarddi, en un documental producido por L’Equipe.

Un fervor patriótico que habría pesado en su renovación: “Soy francés y sé que soy importante para el país. Cuando esto sucede tienes que pensar más allá del fútbol”, ha afirmado.

Además de patriotismo, los padres de Mbappé se encargaron de proporcionarle una exquisita educación (habla francés, inglés y español) y un fuerte sentimiento de unidad. Tanto es así que Kylian sigue viviendo con sus padres (se alterna entre su padre y su madre, que se divorciaron hace meses) y no se le conocen affaires, salidas de tono, escándalos o amoríos, como a la mayoría de futbolistas. Los tabloides y las revistas de sociedad francesa consideran sus historias una pieza de caza mayor pero también lo dan “por imposible”, según confesó la editora de la revista Gala

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