Dos patrulleras y un helicóptero españoles controlarán la salida de cayucos en Senegal
El Gobierno de Dakar rechaza un acuerdo de repatriaciones pero accede a un control conjunto de la frontera
Diario Vasco, 22-08-2006MADRID. DV. España enviará en los próximos días dos patrulleras y un helicóptero de la Guardia Civil a las costas de Senegal para evitar la salida de embarcaciones cargadas con inmigrantes en situación irregular. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llegó ayer a un acuerdo con el Gobierno de Dakar para desarrollar un dispositivo conjunto de control de las fronteras marítimas. De este país africano, y de su vecina Mauritania, parten la mayor parte de los inmigrantes que a diario llegan a las Islas Canarias. Las aguas mauritanas están vigiladas desde el mes de mayo por patrullas conjuntas, pero hasta ahora no había ningún acuerdo con el Ejecutivo senegalés.
El hecho de que se ponga en marcha este nuevo operativo – en el que no participa la UE – permitirá, según el Gobierno, hacer frente de un modo más eficaz a la avalancha de indocumentados que tratan de llegar a suelo europeo a través de España. De acuerdo con los datos aportados el pasado viernes por el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, el dispositivo español en Mauritania – una patrullera y un helicóptero del instituto armado más una nave del Servicio de Vigilancia Aduanera – permitió interceptar desde su puesta en marcha hasta mediados de agosto 23 cayucos y un barco de inmigrantes ilegales con 1.243 personas a bordo.
El acuerdo con Senegal es el producto del viaje relámpago a estos países realizado por Rubalcaba; el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, y el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, para buscar medidas que permitan atajar la crisis migratoria a la que se enfrenta España.
Según la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, las relaciones con el Gobierno mauritano son positivas. «Tenemos patrullas conjuntas, tenemos oficiales de enlace y se está trabajando para detectar los cayucos de modo que puedan ser devueltos a sus costas».
El caso de Senegal, sin embargo, es distinto. Apenas horas antes de que el titular de Interior se reuniera con el primer ministro Macky Sall, Rumí admitió que «las relaciones no son como deberían ser y no está habiendo la colaboración que debería haber».
A pesar de que el Gobierno de Dakar ha aceptado la devolución de centenares de senegaleses, rechaza un acuerdo formal de flujos migratorios. España aspira a firmar, tanto con este país como con Mauritania, protocolos para la repatriación de sus nacionales y la de extranjeros que hayan salido de su territorio sin documentos.
Sin acuerdos
Precisamente, uno de los principales problemas del Ejecutivo es que la mayoría de inmigrantes irregulares de origen africano provienen de Senegal, Gambia, Guinea Conakry y Camerún, con lo que no hay acuerdos. Pero al margen de esta cuestión, Senegal presentaba otro inconveniente: que no veía con buenos ojos que una patrulla europea vigilara sus costas.
Este actitud se ha sumado a los muchos problemas burocráticos y de financiación que impidieron la puesta en marcha del operativo Hera II de la Agencia Europea de Control de Fronteras. El dispositivo fue una de las quince medidas contra la inmigración ilegal acordadas en mayo entre la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini. COLPISA
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