Canarias denuncia que el Gobierno no es consciente de la «gravísima» emergencia
Para el Ejecutivo autonómico, el mayor problema son los menores inmigrantes, de los que 660 están acogidos, 500 llegados este año Un pesquero de Lepe recoge a 172 subsaharianos en la costa de Mauritania porque el cayuco hacía aguas y no se sabe dónde podrán desembarcarlos
Diario Sur, 21-08-2006AGENCIAS/TENERIFE / LAS PALMAS
La llegada masiva de inmigrantes a Canarias está provocando una emergencia humanitaria internacional «gravísima» y una situación de absoluto desbordamiento en la atención a los menores de la que no es consciente el Estado, según el director general de Protección al Menor del Gobierno canario, José Luis Arregui. Para el Ejecutivo autonómico, el mayor problema que conlleva la inmigración clandestina son los menores, pues las islas acogen a 660 – 500 llegados en lo que va de año – y teme que a finales de 2006 haya más de mil, lo que está «desbordando» su capacidad de acogida, según Arregui.
El director general de Protección al Menor considera que se discrimina a las islas, pues asegura que cuando Andalucía registró hechos similares «el Estado movilizó todos sus recursos». «No es un tema de Canarias contra el resto de comunidades, sino que se trata de que el Estado lidere el reparto de menores, porque ni por población ni por territorio o capacidad podemos asumir la avalancha que está llegando», manifiesta Arregui, que reclama una reforma de la ley de Extranjería. Hasta finales de 2005 los menores extranjeros acogidos en Canarias eran fundamentalmente marroquíes, pero a partir de enero de este año son subsaharianos, la mayor parte de Senegal y Mali y en su gran mayoría varones y de 16 años como media de edad.
A diferencia de otras comunidades, en Canarias el Gobierno tiene la tutela sobre los niños pero la guardia y custodia depende de los cabildos, que han limitado a 250 el número de menores extranjeros no acompañados que pueden acoger, y desde marzo de este año están «absolutamente desbordados», señala Arregui.
Ello ha obligado al Gobierno regional a habilitar «recursos de emergencias» para este fin en un centro dependiente de la Consejería de Industria en Gran Canaria, donde hay 110 menores, y en campamentos de la Cruz Roja y otro centro tecnológico en Tenerife.
Reparto por el país
Entiende Arregui que «la única salida» para el Gobierno canario es plantear en septiembre, en el Consejo Superior de Inmigración, que el Estado lidere el reparto de unos 400 menores extranjeros acogidos en las islas «de forma proporcional» entre las comunidades autónomas, porque los inmigrantes «van a seguir llegando».
Estos menores no tienen el perfil de niños en desamparo, sino que son jóvenes que vienen a trabajar «mandados por sus familias», y que tienen «una enorme frustración» porque cuando telefonean a sus parientes les dicen que su vecino en París ya gana dinero, mientras que desde España «no llega nada».
Cuando llegan a la mayoría de edad los chicos se envían a pisos tutelados por los cabildos para que se emancipen o busquen trabajo, pero no son devueltos a pesar de que Canarias pide a la Delegación del Gobierno que abra los correspondientes expedientes de repatriación, de las cuales no se ha procedido a ninguna, señala.
Entre tanto, ya son un total de 1.268 inmigrantes irregulares los que han arribado a bordo de cayucos a las costas del archipiélago canario desde el pasado viernes y hasta la noche de ayer. Durante la jornada llegaron a las islas 210 inmigrantes. Las dos embarcaciones que se esperaban para la madrugada de ayer dejaron otros 222 irregulares. Los cayucos desembarcaron en los puertos de Los Cristianos, en Tenerife, y en el muelle grancanario de Arguineguín.
En la madrugada de ayer una embarcación de Salvamento Marítimo rescató en alta mar, al sur de Gran Canaria, a 93 personas. Los inmigrantes, todos varones adultos de origen subsahariano, llegaron a primera hora de la mañana al muelle de Arguineguín. Los inmigrantes fueron interceptados por una patrullera de la Guardia Civil en la tarde del sábado, y la embarcación Salvamar ‘Alphard’ de Salvamento Marítimo comenzó a arrastrar el cayuco, pero al comprobar su mal estado, decidió subirlos a bordo. La barca finalmente se hundió. Asimismo, hacia las 01.20 horas de la madrugada de ayer llegó una barcaza con 129 inmigrantes al puerto de Los Cristianos.
Cinco horas después arribó al mismo puerto una nueva embarcación con 103 inmigrantes en buen estado, entre ellos un menor y por la tarde, hacia las 17.15 horas, llegó al mismo recinto otro cayuco con 107 inmigrantes, todos varones subsaharianos y entre ellos al parecer, siete menores. Al cierre de esta edición se esperaba la llegada a Tenerife de una nueva embarcación que era escoltaba hacia el puerto tinerfeño de Los Cristianos.
Rescate en alta mar
Por otra parte, un pesquero español con base en Lepe (Huelva) subió ayer a bordo a 172 inmigrantes que navegaban en un cayuco, cuando el barco se encontraba faenando a 30 millas de la costa de Mauritania. Todos los inmigrantes se encuentran en buen estado, y el patrón del buque, tras consultar con las autoridades españolas y mauritanas, decidió dirigirse a aguas de este último país. El buque hospital ‘Esperanza del Mar’ llegó a las 21.45 horas a la altura del pesquero ‘Gober IV’ para prestarles auxilio, poniendo a disposición de los inmigrantes un médico y un ATS, que van a reconocerlos, así como 14 garrafas de agua.
Miguel Angel Delgado, patrón del ‘Gober II’, que también se encontraba faenando en estos caladeros, explicó que se vivieron situaciones «muy complicadas» ya que después de subir a todos los inmigrantes al pesquero, el patrón del ‘Gober IV’, David Castañeda, se puso en contacto por radio con las autoridades mauritanas que, según Delgado, «no daban ninguna solución sobre qué hacer con estas personas», por lo que decidió «parar la actividad y estar pendientes de ellos» mientras contactaba con las autoridades españolas.
El pesquero había localizado la barcaza de madrugada y, después de escoltarla junto con otros pesqueros que se encontraban en la zona, decidieron subirlos a bordo del ‘Gober IV’ ante las fugas de agua que presentaba el cayuco.
A la espera de recibir las últimas instrucciones para desembarcar en las próximas horas, las tres naves se dirigían anoche al puerto de Nuackchott, sin saber todavía cuál va a ser el destino final de los inmigrantes rescatados.
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