La Comunitat Valenciana ha recibido desde enero 1.200 inmigrantes trasladados desde Canarias, siete veces más de los que el Gobierno envió en todo 2005. El Consell tacha al Ejecutivo de “incompetente” por no saber abordar la situación en las islas y pide la misma solidaridad en otras autonomías aunque no estén gobernadas por el PP. La oleada de cayucos que llegan a Canarias es incensante, tanto como los envíos de inmigrantes sin papeles a la Comunitat. Desde enero, tal y como cifraron fuentes del Gobierno valenciano, 1.200 subsaharianos –50 de los cuales llegaron el pasado viernes– han sido trasladados desde los centros de acogida en Canarias hasta tierras valencianas. La cifra de indocumentados enviados en tan sólo ocho meses ha multiplicado por siete la registrada en todo 2005.

El Consell arremetió ayer contra la política de inmigración del Ejecutivo y, en concreto, contra el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y la secretaria de estado de Inmigración, Consuelo Rumí, a quienes debería ‘‘caérseles la cara de vergüenza por lo que está sucediendo en España con la inmigración”.

El Consell quiso mostrar su malestar ante la situación que está viviendo Canarias con la llegada masiva de cayucos por el ‘‘efecto llamada sin precedentes del PSOE’’, subrayaron desde el Gobierno valenciano.

Situación caótica

Desde el Consell aseguraron que, tal y como advirtió el Partido Popular advirtió hace más de un año, ‘‘la supuesta política de inmigración del Gobierno central no es ni siquiera merecedora de tal nombre porque produce caos, dolor y estupor internacional, además de graves problemas de inserción en las distintas comunidades autónomas. Jamás ha habido tantas personas en situación irregular en nuestro país y jamás se ha vivido tal crisis de desbordamiento como está sufriendo Canarias”, indicaron las mismas fuentes.

El Ejecutivo valenciano también tachó de incompetente al Gobierno en materia de inmigración y explicó que deberían ser honestos con ellos mismos a la hora de actuar. “Visto el nivel de incompetencia del PSOE en este asunto, parece inútil pedir la dimisión de Caldera y Rumí, porque para dimitir, hay que tener un mínimo de vergüenza y capacidad’’.

Igualdad en el trato

El Consell también pidió al Gobierno central “que exija a todas las autonomías, aunque no gobierne en ellas el PP, la misma solidaridad que está demostrando la Comunitat Valenciana ante la peor crisis en la historia reciente de la inmigración en España’’.

Además, el Ejecutivo que dirige Camps se preguntó “¿qué más necesita el PSOE que ocurra en España para rectificar su política de inmigración?, y reiteró la solidaridad de la Comunitat Valenciana con Canarias.

“Esto no son palabras que se lleva el viento, sino un compromiso con todas y cada una de las 1.200 personas inmigrantes irregulares que hemos atendido en 2006 trasladadas por el Gobierno Central. El Gobierno valenciano no va a dejar a ningún ser humano desamparado, pero va a reclamar al Gobierno central que corrija las políticas de inmigración que han llevado a nuestras fronteras al caos”, dijo el Consell.

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