Bergara
Cuatro vídeos para señalar los microrracismos en la vida cotidiana
Ndank Ndank Elkartea difunde por las redes estos comportamientos en muchos casos inconscientes
Diario Vasco, , 13-05-2024La asociación Ndank Ndank ha creado cuatro vídeos breves para poner de relieve las situaciones de racismo que se producen a diario para abrir los ojos ante actitudes y comportamientos cotidianos que puede ser ofensivos para otros, como apunta Eli Domínguez, presidenta de Ndank Ndank, una ongd dedicada a la interculturalidad y el conocimiento mutuo entre Euskal Herria y Senegal.
Las producciones grabadas con la colaboración de voluntarios y con el soporte y conocimiento técnico de The Badass Project, han tenido una buena acogida en los enlaces de la asociación donde están disponibles, «mucha gente blanca se ha sentido identificada con los vídeos, pero ese no era nuestro objetivo. Queríamos centrarnos en el racismo diario que experimentan los niños y niñas y las personas racializadas y el impacto que tiene sobre ellas».
En los cortos utilizan el concepto microrracismo, como apunta Domínguez, «en ocasiones este término nos lleva a malas interpretaciones. El prefijo micro se utiliza para indicar ‘muy pequeño’. Pero en este caso, se usa para referirse de forma sutil a las situaciones racistas que se dan en la vida cotidiana, que muchas veces pasan desapercibidas pero que tienen un tremendo impacto en las personas racializadas».
Señala que los que no experimentan el racismo en su propia piel tienden a minimizar este tipo de situaciones, «en ocasiones como perpetradores de micro agresiones, no somos conscientes de cómo nuestras palabras pueden herir a los demás. Pero el hecho de que no tengamos conciencia del daño no significa que nuestras acciones no sean violentas».
Actitudes reiterativas
En las breves narraciones desarrolladas en colaboración con el programa foral de convivencia, plantean casos concretos «¿De dónde eres?, es una de las preguntas que suelen recibir las personas racializadas. Muchas veces, además, tras responder que es de algún pueblo del País Vasco, vuelven a preguntar: ‘Sí, pero ¿de dónde de verdad?’. Se sienten constantemente excluidos, diferentes», y añaden, otro ejemplo de lo que denomina extranjerización, como « es dirigirse directamente a las personas racializadas en español. Todavía nos sorprende escuchar a una persona racializada hablar euskera. Hay mucha gente racializada que ha nacido o crecido aquí y vive en euskera».
Situaciones que también se dan en la escuela, apunta, «el profesorado no es consciente de la importancia de pronunciar correctamente los nombres de los alumnos. Cada nombre tiene una historia, un significado especial y es parte de la propia identidad. Cuando ni intentamos pronunciarlo bien, infravaloramos en definitiva a la persona».
En el ámbito de la nueva diversidad familiar, señalan que «las familias con miembros racializados y no racializados reciben muchas preguntas íntimas de extraños. Muchas madres racializadas de niños no racializados son vistas como cuidadoras del niño, incluso en situaciones que se encuentran con el marido: ’¿dónde está la madre del niño o la niña?. En el caso de las madres blancas, es común asumir que el niño racializado es adoptado. Pero el asunto no queda ahí, aunque son desconocidos, se atreven a preguntar de dónde lo trajimos, incluso delante de hijos e hijas».
Las personas racializadas viven en un sistema racista que les dificulta un acceso digno a un trabajo o vivienda, «hay falta de representación de personas racializadas en muchos ámbitos, en televisión se refuerzan los estereotipos hacia este colectivo. Si sumamos estas situaciones cotidianas la persona puede llegar a colapsar. El racismo afecta a áreas del cerebro implicadas en el control del pensamiento y las emociones. Experimentar comportamientos racistas también afecta la modulación cerebral de los niños», concluye Domínguez.
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