Un pesquero de Lepe rescata a 160 personas de un cayuco, con una vía de agua, a 30 millas de Mauritania

ABC, 21-08-2006

ABC

HUELVA. El episodio del pesquero «Francisco y Catalina» que hace unas semanas salvó a un grupo de inmigrantes de una muerte segura volvió a repetirse ayer. Otro pesquero, éste con base en Lepe (Huelva), el «Gober IV», rescató a primera hora de la tarde a 160 inmigrantes que navegaban en un cayuco, cuando el barco se encontraba faenando a 30 millas de la costa de Mauritania, explicó a Efe el patrón del «Gober II», Miguel Ángel Delgado.

El pesquero localizó la piragua de madrugada, cuando trabajaba en la recogida de marisco, y después de escoltarlo junto con otros barcos – «Gober II» y «Peix del Mar 25» – que se encontraban faenando en la zona, decidieron ayer por la tarde subir a bordo del Gober IV a los inmigrantes ante las fugas de agua del cayuco.

Posteriormente, se pusieron en contacto con las autoridades españolas y mauritanas para consultar sobre lo que debían hacer con las personas a las que habían recogido. Todos los inmigrantes se encuentran en buen estado, y el patrón del buque ha decidido dirigirse a aguas de Mauritania para dejar a los inmigrantes en un puerto africano, posiblemente Nuackchott.

Delgado explicó que vivieron momentos «muy complicadas», ya que después de subir a todos los inmigrantes al pesquero, el patrón del «Gober IV», David Castañeda, se puso en contacto por radio con las autoridades mauritanas. «No daban ninguna solución sobre qué hacer con estas personas», por lo que decidió «parar la actividad y estar pendientes de ellos» mientras contactaba con las autoridades españolas. A la espera de recibir instrucciones para desembarcar, las tres naves se dirigen a Nuackchott.

Delgado calculó que, cuando el cayuco fue localizado, se encontraba a unas 700 millas marinas de Canarias, lo que para un buque convencional supone unos tres días de navegación.

Según el patrón del «Gober IV», el estado de los rescatados es «físicamente bueno, y moralmente mejor, después de pasar el susto tremendo de navegar a la deriva en medio de la noche».
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