POLÉMICA SOBRE EL VOTO DE LOS EXTRANJEROS EN LAS MUNICIPALES // CRÓNICA DE LA JORNADA

CiU insta a "no regalar" derechos como el voto a los inmigrantes

El Periodico, 21-08-2006

El terreno de juego ya está marcado. Al menos el de precampaña. Y CiU parece que se lo ha hecho a su medida, aun a riesgo de que su táctica acabe en autogol. El debate preelectoral que se vivió ayer en Prada de Conflent entre destacados candidatos a los comicios del próximo 1 de noviembre – – Felip Puig (CiU), Antoni Castells (PSC), Joan Puigcercós (ERC) y Joan Boada (ICV – EUiA); solo faltó el PP, que no asiste a la Universitat Catalana d’Estiu – – , tocó el desarrollo del nuevo Estatut y el traspaso del aeropuerto de El Prat. Pero la protagonista fue la polémica sobre la inmigración, con derivadas subliminales sobre la idoneidad de José Montilla como candidato socialista.
El mismo día que, en una entrevista radiofónica, el dirigente democristiano Josep Antoni Duran Lleida soltaba astutamente de su caña el anzuelo lingüístico en el que de una forma u otra ya han picado todos los partidos catalanes, el portavoz parlamentario de CiU lanzaba más carnaza al debate que liga inmigración, futuro identitario y modelo de país.
“Catalunya no puede regalar derechos políticos”, dijo Puig, reiterando la negativa de la derecha nacionalista a dar el voto a “unos inmigrantes que ni tan siquiera tienen la cultura de saber lo que es votar en sus países”.

ERC e ICV entran al trapo
He aquí el argumentario de CiU, en boca de Puig: considerando que Catalunya “no tiene el respaldo de un Estado propio” para condicionar tanto las políticas de integración como los flujos de “la mayor ratio de inmigración de Europa”, hay que exigir deberes a los recién llegados y ser “cauto” con sus derechos “para garantizar el Estado de bienestar” del que gozan los ciudadanos ya afincados. Y citó las “muchas tarjetas sanitarias repartidas”, las “garantías de escolarización” y los “valores a mantener, que no son solo la lengua”.
Desde postulados opuestos, entraron al trapo el portavoz parlamentario de ICV – – “los derechos no se regalan, se ejercen” (Boada) – – y el número dos de ERC – – “la inmigración no es un reto, sino un problema” (Puigcercós) – – . Con matices este último, porque no era lo mismo el público del debate – – 200 personas cuyos aplausos, compartidos con Puig, mostraron que el nacionalismo jugaba en casa – – que una rueda de prensa posterior.

Repliegue de Castells
Solo Castells, que escuchó tímidos silbidos y palmas, trató de quitar hierro a la polémica sobre inmigración. Pero su táctica pareció más un repliegue sobre el terreno marcado por CiU que un ataque en la línea política compartida por el PSOE e IU – ICV en su propuesta sobre el voto de los inmigrantes.
Más cómodo en su apelación a la unidad para “sacar el máximo rendimiento al nuevo Estatut”; en pedir la mejora de la competitividad “de una economía que crece y va bien”, e, incluso, en pronosticar un “imparable cambio de gestión” aeroportuaria en El Prat, que a Puigcercós le sonó a “funambulismo”, Castells dejó la inmigración para su segundo turno en el debate. El conseller pidió que se evite “la demagogia y el electoralismo” sobre el voto de los inmigrantes, “que quizá hay que abordar con rigor, pero no ahora, porque no es autonómico”.
Castells también pidió evitar “las falsas ingenuidades, porque es evidente que la inmigración plantea problemas”. Sobre cómo resolverlos, dio una pista forzada antes en rueda de prensa: “No quisiera entrar en el tema de la lengua, pero sí hay que fijar unas condiciones de arraigo”.
Mientras Boada se quedó solo acusando de “actitud xenófoba y etnicista” a CiU e incluso a ERC – – citó una normativa votada por ambos sobre el acceso a los servicios sociales de Vic – – , Castells no aclaró si esas condiciones eran parecidas a las que propone CiU en el “contrato con Catalunya” mencionado por Puig. En cambio, este plan nacionalista – – que incluye “un examen sobre la lengua y los valores como en Holanda”, explicó Puig – – sí fue reivindicado por Esquerra.

Acusación de plagio
En rueda de prensa, Puigcercós acusó a CiU de plagio. De acuerdo con el republicano, la federación nacionalista “copia la carta de acogida” en la que ERC propone fijar los derechos y deberes de los inmigrantes. También admitió que debe de haber “legislaciones diferentes” para extranjeros comunitarios y no comunitarios, aunque “al final quien paga impuestos debe de tener derecho a votar”. Algo que Puig eludió concretar ante la pregunta explícita de si encontraría pagados los derechos políticos en el caso de que los inmigrantes cotizaran a una Seguridad Social catalana.
Puigcercós vistió de centralidad su acercamiento a CiU: “Hay que sosegar” un debate que ahora no toca. Lo que toca, dijo, es poner coto tanto al “colador que es la frontera francesa” como al “alud” de los llegados en cayucos a Canarias que “reaparecen de forma descontrolada en Catalunya”. Por ello, Puigcercós pidió que el Ejecutivo ponga orden y se explique en el Congreso.
Y en Prada se habló también del Estatut y de El Prat, pero, al ataque o en fuera de juego, todos jugaron en el terreno de CiU.

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