Las concesiones de nacionalidad española a extranjeros crecen de forma imparable: mientras que la media anual en los 90 fue de 9.555, en el 2004 se superaron las 38.300. Y desde enero del año pasado hasta julio del 2006 se otorgaron 80.920 nacionalizaciones por residencia a extranjeros de 153 países. Encabezan la lista 21.945 ecuatorianos, seguidos de 15.214 colombianos, 8.804 marroquís, 6.620 peruanos, 4.425 argentinos, 4.173 dominicanos, 4.007 cubanos y 1.297 venezolanos.
Entre 1992 y el 2004 el 60% de las 191.865 personas que obtuvieron la nacionalidad por residencia eran de Iberoamérica, seguidos de africanos, asiáticos y europeos comunitarios. Los iberoamericanos siempre han representado más de la mitad de las concesiones, pero destaca la subida de los africanos, que pasaron del 15% de 1992 al 26% del 2004.

DOMINIO ECUATORIANO
Según explica la Secretaría de Estado de Inmigración, en el 2004, tras los marroquís, irrumpieron con fuerza en las estadísticas las concesiones a los ecuatorianos (6.370), que ya encabezan la lista holgadamente.
Por ley, son españoles de origen los nacidos de padre o madre española; los nacidos en España de padres extranjeros, si al menos uno de los progenitores ha nacido en España; y los nacidos en España de padres extranjeros carentes de nacionalidad o si la legislación de ninguno de ellos atribuye al hijo una nacionalidad. No obstante, la nacionalidad también puede obtenerse por residencia en el país, una vía que exige haber vivido en España 10 años de forma legal y continuada.
El plazo de 10 años se reduce a cinco para los refugiados y a dos para los nacionales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o países sefardís. La residencia exigida será solo de un año para los que hayan nacido en España, para los que hayan estado sujetos dos años consecutivos a la tutela de una institución española o para los que lleven un año casados con un español.