Fallece el sacerdote José Ángel López de Lacalle, fundador de Berakah

Fundó la obra social de las parroquias del Casco Viejo, referente en la ayuda a pobres, mujeres víctimas de la trata y migrantes

El Correo, N. Salazar, 03-05-2024

Álava pierde a uno de sus héroes locales. José Ángel López de Lacalle (Santa Cruz de Campezo, 1935) ha fallecido esta madrugada en Vitoria. El que fuera párroco de la iglesia de Santa María se encargó de abrir las puertas de su parroquia a los más necesitados en momentos duros, cuando la crisis arreciaba y la solidaridad se hacía más necesaria.

Así nació Berakah. Una labor que a José Ángel López de Lacalle le hizo merecedor del primer galardón de ‘Alavés del mes’ de EL CORREO, en diciembre de 2011. Le sobraban méritos para recibir la distinción al padre José Ángel, Changel, o el hombre de los brazos abiertos, como se le conocía en muchos ambientes, ordenado sacerdote el 9 de agosto de 1959. Sus primeros destinos pasaron por San Millán, Ilárduya, y Albéniz, a donde llegaba raudo y veloz en su moto para celebrar las misas y atender a los grupos de cursillos de cristiandad o de la juventud de acción católica. Desde 1964 estuvo vinculado al Seminario Diocesano, donde ejerció como vicerrector hasta que en 1982 fue destinado a la casa cuna la Paz, en la Zumaquera, una experiencia que marcó para siempre su vida.

Años más tarde pasaría por la parroquia de María Inmaculada hasta que a principios de los 90 pudo vivir durante un año una muy deseada experiencia misionera en Cocachacra (Perú). Aún recordaba aquella misa, a más de 4.000 metros de altura, como una de las mejores que pudo celebrar.

A su regreso comenzó a desarrollar su labor pastoral en el Casco Viejo de Vitoria. En la parroquia de Santa María y en compañía del diácono permanente, Fidel Molina, creó una red de solidaridad que, bajo el nombre de Berakah (bendición en hebreo), oferta servicios de acompañamiento, ayuda y apoyo a cientos de personas que por un motivo u otro sufren situaciones de marginalidad. Comedor social, café-calor, bocadillos, celebraciones religiosas… Y cuando había chiquillos de por medio el ‘abuelo’ José Ángel siempre aparecía con un caramelo o una piruleta que ofrecer y a la que los niños le respondían con una sonrisa «de las que no se pagan con todo el dinero del mundo». Este es uno de los pagos que recibe el hombre de los brazos abiertos.

Esta obra, liderada ahora por el diácono Fidel Molina, es sin duda el gran legado que deja a la Iglesia local este sacerdote. «Un muy buen sacerdote», destaca el Obispo de Vitoria, o «un santo de nuestros días» como lo definen varios voluntarios de Berakah que lo trataron. Sor Pilar, religiosa que colabora actualmente con Berakah lo despedía de una manera muy emotiva. «Un montón de pobres habrán salido a recibirle en el Cielo».

En 2017 dejó Berakah por edad y cedió el testigo a Molina y al sacerdote Juan Carlos Pinedo. En su despedida, los voluntarios y muchos beneficiarios de esta obra social le homenajearon a modo de acción de gracias.

Su retiro fue también activo aunque a una menor intensidad. El actual obispo de Vitoria le encargó colaborar en la parroquia de San Martín de Vitoria y como capellán del Hospital de Cuidados San Onofre –antes Clínica Álava y hoy IMQ Igurco–.

Su funeral lo presidirá Juan Carlos Elizalde en la Capilla Pública del Seminario, donde se formó, se ordenó y del que fue su vicerrector y director espiritual. Se oficiará este viernes 3 de mayo a las 16.30 horas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)