Lamenta su posición en materia de voto inmigrante y dice que Mas está obsesionado con Montilla El secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, acusó ayer a CiU de haber «aparcado» su discurso nacionalista, tras la aprobación del Estatut, y «dedicarse a explotar la marca de partido de derechas». Según Zaragoza, «no podemos decir más claro que el objetivo que se han fijado [los dirigentes de CiU] es el de volver a tener una mayoría parlamentaria de derechas», ya que el presidente de CiU, Artur Mas, «ha expresado claramente que su objetivo es evitar que PSC, ERC e ICV sumen mayoría».

Zaragoza señaló que «Artur Mas fue el responsable de los cuatro años de gobierno CiU – PP y se ha mostrado satisfecho porque «hoy Mas ha enseñado definitivamente sus cartas: quiere reeditar este acuerdo». «Mas no tiene proyecto propio, sólo sabe hablar de Montilla», añadió, en referencia a una entrevista concedida por el líder de CiU a La Vanguardia.

El responsable de la estructura socialista en Cataluña afirmó que «no es casual que este anuncio de Artur Mas llegue justamente el día siguiente después de que Josep Piqué le ofreciera explícitamente que CiU y PP vuelvan a pactar en caso que sumen mayoría al Parlament».En opinión de Zaragoza, «esta complicidad entre Piqué y Mas y estas coincidencias en defender políticas económicas de derechas dan los resultados que todos conocemos, entre ellos, por citar un ejemplo, el agravio comparativo entre los aeropuertos de Madrid y Barcelona».

El secretario de Organización del PSC destacó que, como responsable del gobierno CiU – PP, Artur Mas «es también el principal responsable de que Madrid tenga un aeropuerto como Barajas, y de que en Barcelona aún estemos debatiendo sobre la gestión de El Prat».

«Un estudio detallado de los Presupuestos Generales de la época del PP demuestra que gracias al apoyo de CiU, Barajas recibió inversiones millonarias», señaló.

Zaragoza explicó que «el apoyo entusiasta de CiU a los presupuestos del PP aportaron a Barajas inversiones de más de 200.000 millones de las antiguas pesetas», al tiempo que «Mas renunció dócilmente a reclamar el traspaso de la gestión que ahora reclama con tanta prisa». Por ese motivo, Zaragoza consideró que Mas «está a estas alturas completamente desacreditado», porque «está más que demostrado» que «no tiene convicciones, sino que se adapta en cada momento a lo que conviene más a sus ambiciones personales».