e 10 a 12 semanas; es decir para julio. Este es el nuevo plazo que Rishi Sunak se ha fijado para comenzar a deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo que han llegado —y lleguen en el futuro— ilegalmente al Reino Unido. Así lo anunció este lunes el primer ministro británico, que después de admitir que la fecha va más allá del objetivo que su Gobierno se había marcado, responsabilizó de la demora a la oposición laborista y exigió al Parlamento que apruebe la ley que blinda la controvertida iniciativa cuanto antes.

«Si los laboristas no hubieran pasado semanas retrasando el proyecto de ley en la Cámara de los Lores para tratar de bloquear estos vuelos por completo, habríamos comenzado este proceso hace mucho», afirmó el mandatario en una rueda de prensa celebrada en Downing Street.

Las declaraciones del premier no se ajustan del todo a la realidad, pues en la Cámara de los Lores —una especie de Senado no electo que puede revisar las leyes aprobadas por los diputados en la Cámara de los Comunes— los conservadores de Sunak son mayoría (278 de los 788 miembros). Algunos de esos tories han promovido las diversas enmiendas realizadas al texto o simplemente han votado en su contra en las últimas semanas.

«No más demoras»

Ayer se esperaba que el Parlamento volviera a revisar, por última vez, el texto que declara que Ruanda es un país seguro para enviar a simpapeles y que limita las facultades de los jueces británicos para impedir deportaciones. Y Sunak dejó claro que sus intenciones son mantener reunidos a los diputados y a los lores hasta que el instrumento sea aprobado. «Ya basta. No más evasivas, no más demoras. El Parlamento votará sin importar lo tarde que sea, sin peros», afirmó.

Pese a los retrasos, el premier aseveró que su Gobierno ya está preparado para comenzar los vuelos hacia Ruanda. Y como muestra de ello mencionó que un aeropuerto ya está habilitado para servir de pista de despegue para los aviones con inmigrantes, y que varias aeronaves ya habían sido contratados.

Asimismo, reveló que 150 jueces y 25 salas de audiencias están listas para tramitar cualquier demanda de manera «rápida y decisiva», mientras que 500 guardias garantizarán la seguridad de los funcionarios y de los potenciales deportados.

En lo que va de año más de 5.000 inmigrantes ilegales han logrado cruzar el canal de la Mancha en endebles botes desde la Europa continental, una cifra mayor a la registrada en el mismo período del año anterior. El Gobierno británico afirma que su plan Ruanda, en el cual ha gastado ya más de 280 millones de euros, servirá para disuadir nuevos cruces.