CiU agita el miedo a la inmigración en precampaña

Duran mantiene que sólo deben votar los inmigrantes que sepan catalán y

La Razón, 20-08-2006

Barcelona – La campaña electoral empieza con fuerza en Cataluña y la
inmigración será, sin duda, uno de los platos fuertes de la batalla
política. Y es que la federación nacionalista ha decidido esgrimir el
miedo a la inmigración como eje central de la contienda, y a tres meses de
los comicios, empieza ya a enseñar algunas de sus cartas. Buena prueba de
ello es el rechazo de CiU a la posibilidad de que los inmigrantes voten en
las próximas municipales, alegando que no tiene sentido si no «saben
catalán ni conocen nuestra cultura e identidad». La contundencia de estas
declaraciones está levantado una auténtica polvareda en Cataluña.
   El conseller de Relaciones Institucionales y líder de ICV, Joan Saura,
consideró ayer que estas palabras rozan la xenofobia y reclamó al líder de
CiU, Artur Mas, que «desautorice» al secretario general de la federación
nacionalista. En la tradicional conferencia de la Universitat Catalana
d’Estiu que se celebra en Prada, Saura se dirigió al líder de Unió para
advertirle de que no se puede exigir que «se haga un examen de catalán
para poder votar», y sostuvo que con ello promueve tesis de ultraderecha.
   El presidente del PP catalán, Josep Piqué, tampoco dudó en reprobar las
palabras de los dirigentes de CiU al considerar que es «casi racista y
xenófobo». Piqué aconsejó a los nacionalistas prudencia con estos temas, y
los achacó a que «Unió está intentando hacerse perdonar el haber votado un
Estatut que a muchos de sus votantes y simpatizantes no gustaba».
   Por su parte, su correligionario y líder municipal del PPC, Alberto
Fernández Díaz, aseguró que condicionar el voto al aprendizaje del catalán
es discriminatorio, porque se está excluyendo a muchos inmigrantes que
residen en Cataluña y que pueden ser de la Unión Europea. En este sentido,
el popular afirmó que «más allá de la lengua hay que exigir una actitud de
responsabilidad ante nuestras normas de convivencia, porque podría darse
la situación de que un inmigrante musulmán hable catalán, pero discrimine
a su mujer».
   La organización SOS Racismo en Cataluña también
salió al cruce de la polémica y tachó a la federación de tener un
posicionamiento «xenófobo» y de crear «alarma social» al condicionar el
derecho a voto «a la imposición de más deberes que el resto de ciudadanos».
   Sin embargo, la cascada de reacciones políticas no alteraron ni un ápice la
postura del líder de Unió. Duran destacó ayer, mediante un comunicado, que
los gobiernos alemán y holandés aplican su propuesta, y recordó a Saura
que «se equivocó cuando pedía papeles para todos, y tuvo que rectificar».
   El secretario general de CiU mantuvo su postura y reflexión sobre el voto
de los inmigrantes que no tienen nacionalidad, y subrayó que no «le
impresionan las acusaciones de racismo de Piqué ni las de xenofobia de
Saura».
   Desde las filas de CiU, el convergente y candidato a la
alcaldía de Barcelona Xavier Trias acusó a ICV de querer convertir la
propuesta del voto inmigrante en una «pelea electoral», y sostuvo que se
ha querido sacar de contexto la posición de la formación respecto a la
propuesta de su derecho a voto.
   Finalmente, los de Carod hicieron
ayer un curioso viraje al condicionar su apoyo a la medida promovida por
el PSOE e ICV a «un debate profundo» sobre los problemas sociales y de
integración de aquellos que quieren vivir en la comunidad catalana.
   

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