Madrid – El secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP),
mayoritario en el Cuerpo, José Manuel Sánchez Fornet, exigió ayer la
dimisión del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y de
la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí. En su
opinión, Caldera provocó un «efecto llamada al decir que a los inmigrantes
se les iba a dar papeles para que pudieran trabajar», algo que es como
«darle gasolina a un pirómano».
   «Caldera y Rumí
deberían dimitir o ser cesados porque políticamente son un absoluto
desastre, ya que contribuyen a crear alarma social y agrandar el problema.
Incluso tal vez debería dimitir el comisario general de Documentación y
Extranjería de la Policía», afirmó Fornet. Así, indicó que mientras el
Gobierno no «demuestre» que le preocupa la inmigración, que es el
«principal» problema del país, la sociedad no va a entender que hay que
tomar «medidas importantes y urgentes para afrontar el problema».
   Por último, según informa Ep, añadió que el verdadero problema de la
inmigración son los ilegales que entran por los aeropuertos como turistas
«y luego no se marchan», no los que llegan en pateras o en cayucos a
Canarias, «que podrían estar viniendo cien años así y la sociedad española
los digeriría». En este sentido, aunque reconoció que «hacen falta
efectivos» en Canarias, resaltó que hay que tener en cuenta que puntos
como esas islas o La Junquera, representan «el uno por ciento de la
inmigración ilegal en España», mientras que «el cincuenta por ciento entra
por el aeropuerto de Barajas y otro 20% por el de El Prat».
   El
PP se suma a las críticas. A estas duras declaraciones se unió el PP a
través de su diputada y portavoz en la Comisión de Interior en el
Congreso, Alicia Sánchez Camacho, quien exigió al Ejecutivo respuestas
«inmediatas y rápidas» ante la situación que se está generando en Canarias
por la masiva llegada de inmigrantes ilegales. Además, se refirió al PSOE
como el Gobierno de la «incompetencia», el «buenismo» y las fotografías,
además de el de la «peor gestión que recuerdan los ciudadanos». Asimismo,
resaltó que no se consigue nada con visitas y fotografías del presidente
del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a un centro de internamiento,
como hizo ayer, porque los centros están «desbordados, no hay plazas ni
habilitando cuarteles del Ejército». Finalmente, pidió al Ejecutivo que
deje de poner «excusas, echarle la culpa a Europa y anunciar a bombo y
platillo» medidas como el Plan África, porque se está «demostrando» que
todo ha sido un verdadero «fracaso para evitar que los emigrantes entren a
centenares en las costas canarias».
   Por su parte, el presidente
del Gobierno, Rodríguez Zapatero, cuando fue preguntado por la crisis de
los cayucos, se limitó a contestar que ha recibido «bien» las críticas del
presidente canario, Adán Martín, a la gestión de su Gobierno sobre el
problema de la inmigración en el archipiélago.
   El
presidente dijo que España pedirá a la UE un mayor compromiso en el
control de sus fronteras para detener la inmigración irregular que llega a
Canarias. Con ese fin, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa
Fernández de la Vega, viajará en los próximos días a Finlandia, que este
semestre ostenta la Presidencia de la UE, para exigir más medios europeos
en la lucha contra la inmigración irregular, dijo Zapatero. Asimismo,
anunció que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se
desplazará el próximo lunes a Senegal para exigir el cumplimiento de los
compromisos adquiridos con ese país y ofrecer nuevas ayudas que permitan
evitar la salida constante de inmigrantes en dirección a España.