Benito Zambrano (Lebrija, 1965) inauguró ayer la 21 edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia con su último trabajo ‘El salto’, una película sobre migración en el sur de España y la desesperación que lleva a muchos africanos a intentar atravesar la valla de Melilla. Desde ayer también está en las pantallas comerciales.

El realizador sevillano tiene claro que su filme «está hecho para todos los públicos, pero no es para verlo en familia comiendo palomitas, no tiene nada de comercial. Cuando terminé mi primera película, ‘Solas’, pensé: ‘¿Quién va a ver un drama sobre un viejo que se mea en la cama y una borrachilla?’. Pero al final se entendió. Soy consciente de lo que hago y ahora con las plataformas se alarga la vida de las películas en la televisión. De momento, estoy muy satisfecho porque desde que la presentamos en el Festival de Málaga estamos recibiendo muy buenas sensaciones. Íbamos a salir con 50 copias y al final lo hacemos con 75. Eso me da esperanza».

‘Kurrin’ Cine infantil. Con invitación. 12.00 horas. Victoria Eugenia.

‘Bye Bye Tiberias’ Lina Soualem. 16.30 horas. Victoria Eugenia.

‘Indarkeriaren oi(h)artzunak’ Amaia Merino y Ander Iriarte. 19.00 horas. Victoria Eugenia.

‘La madre de todas las mentiras’ Asmae El Moudir, 19.00 horas. Tabakalera.

‘Green Border’ Agnieszka Holland. 21.30 horas. Victoria Eugenia.

La idea de ‘El salto’ no surgió de Zambrano. Fue Flora González quien escribió el guion y buscó la financiación. «Después, a base de documentarme, la hice mía y considero que es la película más necesaria que he hecho. No podía tener fisuras para que nadie la cuestionara». La razón está en la indignación «ante la situación que viven los migrantes subsaharianos, no solo en su periplo en busca de traspasar las puertas hacia Europa, sino también en su lucha por conseguir una vida digna, una vez que han logrado entrar. La migración que viene en patera o a través de la valla es mínima. La mayoría llega por el aeropuerto ».

Benito Zambrano considera que «todas esas personas se merecen una oportunidad. Sobre todo, teniendo en cuenta que nos estamos convirtiendo en el geriátrico de Europa porque vienen a vivir aquí jubilados de Reino Unido, Alemania… y quién los va a cuidar».