La polémica arrecia. El conseller y líder de ICV, Joan Saura, pidió ayer que el presidente de CiU, Artur Mas, “desautorice” a su secretario general, Josep Antoni Duran Lleida, por sus declaraciones contrarias a permitir el voto a los inmigrantes. SOS Racisme acusó a CiU de demagogia por “un posicionamiento xenófobo que solo crea alarma social” y pidió “responsabilidad”. Duran, por su parte, se reafirmó en lo dicho y amplió su reflexión sobre la negativa al voto de los extranjeros que no adquieran la nacionalidad del país de acogida.
En la Universitat Catalana d’Estiu de Prada, Saura se mostró sorprendido por la postura de CiU ante la propuesta de IU – ICV y el PSOE para que los inmigrantes extracomunitarios legales puedan votar en las elecciones municipales. Según Saura, partidario de extender este derecho a todos los comicios, las palabras de Duran “rozan la xenofobia y la extrema derecha”. “No sé si por cálculo electoralista o porque se lo cree, y no sé qué es peor”, apostilló.

EL ESLOGAN DE PUJOL
Para el líder de ICV, es inaceptable que CiU añada la condición de hablar catalán al eslogan integrador “es catalán quien vive y trabaja en Catalunya”, que, formulado por Jordi Pujol en 1964 en la revista Serra d’Or, para los herederos del PSUC sigue vigente. El líder de EUiA, Jordi Miralles, ve “un contrasentido” condicionar el voto al idioma cuando hay inmigrantes del resto de España o la UE “que no conocen la lengua y pueden votar”.
Al respecto, y en declaraciones a Catalunya Ràdio, Duran se reafirmó ayer en que el derecho al voto de los inmigrantes solo puede llegar al final de “un debate a fondo sobre su integración” y debe condicionarse a “los deberes de respetar una cultura, unos valores, unas costumbres, una lengua” y la Constitución.
Citando los casos de Alemania y Holanda, donde se está implantando una carta específica de deberes “antes de reconocer los derechos de los inmigrantes”, Duran dijo que la izquierda catalana “se equivocó cuando pidió papeles para todos”. Y subrayó: “No me impresionan ni las acusaciones de racismo de Piqué ni las de xenofobia de Saura”.

MEDIDAS DE CONTENCIÓN
Además, Duran inquirió al conseller de Relacions Institucionals sobre qué medidas tomará el Govern “para evitar que entren en España” las 25.000 familias de inmigrantes que en un mes expulsará el Gobierno francés.
“Catalunya, como nación, no sería lo que es sin los movimientos migratorios del siglo XX como mínimo, y no puede permitirse actitudes de los partidos que intenten vincular la inmigración con los problemas de inseguridad”, argumentó Saura en Prada, donde coincidió con el republicano Josep Huguet. Éste explicó que ERC solo respaldará la “frívola” propuesta del voto inmigrante tras “un debate claro” y con información transparente sobre los flujos de extranjeros en España.