José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer que el Gobierno duplicará en los próximos presupuestos generales la actual partida de ayuda al desarrollo – – 681 millones de euros en la actualidad – – con la finalidad de hacer frente al fenómeno de la inmigración ilegal paliando de la pobreza en origen. El presidente del Gobierno expresó el compromiso en un mitin en Las Palmas de Gran Canaria, en un momento especialmente dramático para las comunidad canaria por la llegada masiva de africanos en cayucos.
También anunció que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, viajará en los próximos días a Finlandia, país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE, para “exigir” a los Veinticinco “nuevos compromisos y más medios” para apoyar a España en la lucha contra la inmigración ilegal. Insistió dos veces en este punto, evidenciando su malestar por la escasa colaboración que por ahora brinda la UE.

DESAFíO “SERIO”
Zapatero afirmó que el desafío de la inmigración ilegal es “serio y de largo alcance” y exige una “tarea intensa y profunda en la que hay que implicar a la UE y a los gobiernos de los países emisores de emigración”. Afirmó que el Ejecutivo “no va a esconder la verdad”, a diferencia de los que, dijo, hizo el PP cuando sucedió la catástrofe del Prestige. El presidente vinculó en todo momento el problema de la inmigración a las penurias y la desesperanza de los países pobres, en especial los del continente africano: “África necesita a Europa, y España debe marcar esa dirección”.
Además de la duplicación de las ayudas y el impulso a las gestiones ante la UE, Zapatero enunció otras medidas para afrontar la situación, entre las que citó el refuerzo de los controles marítimos y la agilización en los trámites de repatriación. Dijo que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, viajará en breve a Senegal para “exigir” a las autoridades de ese país que cumplan sus compromisos vigentes y para ofrecer más ayudas económicas y profesionales para las tareas de control fronterizo.
Antes del mitin, Zapatero visitó los dos centros de inmigrantes de Gran Canaria – – Barranco Seco y La Isleta – – , que acogen a más de un millar de persona. Los inmigrantes estuvieron “muy cariñosos” con el presidente, que se interesó por la situación de los internos, según señalaron fuentes de la Moncloa. En Barranco Seco, donde fue recibido con aplausos por los inmigrantes, mantuvo una conversación muy emotiva en francés con un senegalés, quien le manifestó que envidiaba España y que había tenido que abandonar su país ante la falta de expectativas.

ENCAJAR LAS CRÍTICAS
En una breve conversación con los periodistas al término de la visita a Barranco Seco, Zapatero dijo haber recibido “bien, como siempre” las duras críticas del jefe del Ejecutivo canario, que días atrás le reprochó no haber convocado un gabinete de crisis y tomado medidas urgentes para afrontar el problema de la inmigración en el archipiélago.