Nuevo voto inmigrante y cambio político

Diario de Noticias, 20-08-2006

Resulta complicado que alguien se oponga a la iniciativa parlamentaria para que todos los extranjeros con permiso de residencia, comunitarios y extracomunitarios, puedan votar al menos en las elecciones locales. Es decir, tener la posibilidad de influir en las instituciones que rigen la vida de su entorno más cercano, allá donde viven, trabajan y, obviamente, cotizan y pagan sus impuestos como otros ciudadanos o ciudadanas. Reconocer sus derechos políticos y civiles es un avance hacia su plena integración que completa el abanico de los derechos sociales y económicos, entre ellos una vivienda, un trabajo y una atención sociosanitaria digna. Por tanto, y con el riesgo de empezar la casa por el tejado ya que hoy el principal problema se encuentra en el alto porcentaje que permanece en situación de ilegalidad, además del difícil tema de los flujos migratorios que merecerían otra reflexión y una política integral de inmigración la iniciativa promovida a nivel estatal por PSOE e IU (en Navarra ésta segunda formación y Batzarre también habían impulsado propuestas y gestos simbólicos) es positiva, aunque no exenta de posibles visiones interesadas o incógnitas de futuro en el panorama electoral. Sin embargo, la clave en esta cuestión reside en algo fundamental como es la diferencia entre ser objeto y ser sujeto , es decir, entre observar a esta población sólo desde una visión instrumentalista -da igual que se adopte un punto de vista económico (“hace falta esta mano de obra”…) o político (“nos interesan estos nuevos votos”…) o defender que, como personas, son sujetos de unos derechos individuales y colectivos. A nadie se le escapa, no obstante, que el previsible nuevo cupo de votos (unos 38.000 en Navarra, un 8,3% del censo) puede ser un terreno de disputa entre partidos políticos (a nivel sindical ya la ha habido) como sucede en EEUU, donde se busca ya el voto hispano, el voto negro. .. De hecho, hay una guerra subterránea con asociaciones paralelas y prisas por salir en la foto y quién sabe si el cambio del 2007 se juegue con la abstención y el nuevo voto. No obstante, no es previsible que los inmigrantes acaben votando en bloque o formen lobbys al estilo americano. Lo lógico es que se comporten como seres humanos que no lo han tenido fácil en sus países de origen por un estatus quo en el que mandaban los de siempre .

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