Los mandatarios canarios aseguran sentirse desbordados por el fenómeno de la inmigración ilegal. No es para menos. Lejos de remitir, el archipiélago ha sufrido en las últimas horas una de las mayores oleadas de cayucos de los últimos meses. A los 512 extranjeros llegados el viernes en seis barcazas – cinco al sur de Tenerife y otra a La Gomera – , hay que sumar las tres pateras de ayer con 324 ‘sin papeles’ a bordo, 15 de ellos menores. En total, 836 inmigrantes. Esta nueva avalancha ha coincidido con la segunda visita oficial del presidente del Gobierno a las Islas en apenas un mes.

Fuentes de Salvamento Marítimos explicaron que la primera de las tres barcazas llegó minutos después de la una de la madrugada al puerto tinerfeño de Los Cristianos. En ella viajan 80 inmigrantes, tres de ellos menores de edad. Sólo uno de los ocupantes precisó ser trasladado a un centro hospitalario.

A las nueve de la mañana, arribó al Puerto de la Restinga, en la isla de El Hierro, una patera con 132 ‘sin papeles’. Dos de ellos fueron ingresados en el hospital insular por presentar síntomas de hipotermia y quemaduras. Los equipos de salvamento esperaban su llegada desde la tarde del viernes, ya que fue avistado a 60 millas de la costa.

La tercera de las embarcaciones llegadas ayer lo hizo minutos después del mediodía a la playa de Las Galletas, en Tenerife. La barcaza llegó por sus propios medios. con 112 ocupantes. Al parecer, una docena son menores de edad. Según informó un portavoz del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 112, sólo un inmigrante tuvo que ser ingresado en el hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria de la capital tinerfeña al sufrir una luxación de hombro.

Además, esta madrugada se esperaba la llegada a Los Cristianos de otro cayuco con unos 120 inmigrantes, interceptado a 60 millas de Tenerife. Los servicios de vigilancia avistaron, asimismo, dos barcazas más a 68 y 73 millas de Gran Canaria de las que, al cierre de esta edición, no se conocían más detalles.

Críticas al Gobierno

Mientras tanto, José Luis Rodríguez Zapatero, que se encuentra de vacaciones en Lanzarote, volvió a escuchar ayer en persona las reiteradas demandas del Ejecutivo canario durante su segunda visita oficial a las Islas. La primera se produjo el 12 de julio y en aquella ocasión, el presidente insular, Adán Martín, pidió una mayor dotación de efectivos policiales para frenar la lacra de la inmigración ilegal.

Acompañado del propio Martín y de Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia, el presidente del Gobierno visitó en Las Palmas el centro de acogida de inmigrantes de Barranco Seco y el centro provisional de internamiento de La Isleta. Entre ambos albergan a 1.160 de los 3.750 inmigrantes distribuidos por toda la comunidad.

Zapatero evitó cualquier polémica con el presidente insular, ya que cuando fue preguntado por cómo había encajado sus críticas, se limitó a responder que «bien, como siempre». El pasado viernes, Adán Martín volvió a exigir «más medios, tanto españoles como de la UE, para estar convencidos de que se está poniendo una vía de solución». Entre ellas, propuso que a los menores se les aplique la Ley de Extranjería en vez de la del Menor para que puedan ser extraditados.

El PP, por su parte, cargó nuevamente contra el Gobierno por la «gravísima» situación que sufre Canarias. La portavoz popular de Interior, Alicia Sánchez, denunció el «rotundo fracaso» del Ejecutivo. «Ha convertido las fronteras españolas en un coladero de ilegales», zanjó.