Dos lamentables episodios racistas se vivieron en las últimas horas en los terrenos de juego de distintas categorías del fútbol nacional. Uno en la máxima categoría, en el Getafe-Sevilla, con Marcos Acuña como protagonista, y otro en la Primera Federación, en el duelo que midió a Sestao River y Rayo Majadahonda, donde el guardameta visitante Cheikh Kane Sarr, de origen senegalés, terminó expulsado.

Tras una semana en la que las lágrimas de Vinicius Junior, jugador del Real Madrid, al hablar de racismo en el fútbol llegaron hasta el Consejo de Ministros, el internacional brasileño no quiso mantenerse en silencio y volvió a la carga para mostrar su apoyo a los agedidos en un contundente mensaje en las redes sociales.

«Este fin de semana, ni siquiera jugaré. Pero tuvimos tres casos despreciables de racismo en España. Todo mi apoyo a Acuña y al entrenador Quique Flores, del Sevilla. A Sarr y al Rayo Majadahonda, que su valentía inspire a los demás. Los racistas deben ser expuestos y los partidos no pueden continuar con ellos en la grada. Solo tendremos victoria cuando los racistas salgan de los estadios directo a la cárcel, lugar que se merecen», dijo el futbolista, que desde el 24 de octubre de 2021 al pasado 15 marzo ha sido víctima de hasta 18 ataques racistas denunciados en distintas fiscalías especializadas en delitos de odio, juzgados de instrucción y la comisión antiviolencia.

Gritos de «Acuña vienes del mono»
En el primero de ellos el colegiado del encuentro, Iglesias Villanueva, tuvo que parar el partido en el minuto 68 por gritos de «Acuña mono» y «Acuña vienes del mono», referidos desde un sector de la grada del Coliseum al defensa hispalense. Los cánticos serán denunciados por LaLiga y la FEF ante el Comité de Competición y la Comisión de Antiviolencia.

En rueda de prensa posterior a ese partido, el entrenador del Sevilla Quique Sánchez Flores denunció que también recibió insultos racistas de una parte del público que estaba detrás de su banquillo y que le llamó «gitano».

Sarr se pelea con el público
El segundo de los episodios tuvo lugar en el encuentro entre el Sestao River y Rayo Majadahonda de la Primera Federación. El duelo se suspendió en la recta final tras encararse el portero de los visitantes, Cheikh Kane Sarr, de origen senegalés, con la grada tras recibir presuntamente insultos racistas. El guardameta terminó siendo expulsado, y tras esto, el equipo madrileño se retiró del terreno de juego y el partido quedó suspendido.

«Parece ser que tras el segundo gol del Sestao, nuestro portero estaba recibiendo insultos racistas. Un grupo bastante numeroso le han llamado negro. El árbitro lo ha expulsado y se ha ido al vestuario. Los compañeros, que también han escuchado esos insultos, lo han acompañado a los vestuarios», explicó Iñaki Acha, vicepresidente del Rayo Majadahonda.

«El racismo es siempre absolutamente y totalmente despreciable y rechazable. No tiene la más mínima cabida en una sociedad tolerante, plural y diversa como es la española», reflexionó esta misma semana el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. El político socialista apuntó que «la lucha contra las actitudes racistas, xenófobas y antisemitas son una lucha diaria que nos concierne a todos los ciudadanos», destacando que «desde el Gobierno» se lleva a cabo de forma intensa.