La Guardia Civil, tras analizar los aparatos de GPS de los cayucos interceptados por la patrullera Río Duero en Mauritania, ha localizado varios puntos de concentración de estas embarcaciones, en los que los inmigrantes se suben a la barcaza que finalmente los llevará a Canarias y se avituallan de comida, agua y gasolina para el viaje.

Los agentes han comprobado que la mayoría de los patrones de las barcas no tienen ni idea de cómo manejar el GPS. Según han podido saber, los patrones suelen comprarlos programados con una serie de puntos de ruta (waypoints) y simplemente tienen que seguir la flecha que les muestra la pantalla del aparato. Los expertos en inmigración ya saben que los aparatos son programados por mafiosos que los venden a los aspirantes a emigrar por esta vía, e incluso que los datos han sido introducidos por pescadores coreanos, cuyos barcos abundan en la zona (también chinos, españoles o portugueses).

En todos los casos, los GPS tenían programado un punto, próximo a Cabo Blanco, identificado con la palabra “Tank”. Para localizar ese waypoint concreto, las barcas seguían un rumbo errático, a veces circular, hasta que se topaban con otras embarcaciones que les facilitaban gasolina, agua y comida.

Hasta esa zona llegaban cayucos con pocos pertrechos e inmigrantes y de pequeño tamaño, a fin de no llamar la atención cuando zarpaban de los puertos. Una vez todos reunidos, los inmigrantes se reúnen en un solo cayuco, en el que también se acumulan los víveres y la gasolina. La barca mayor parte hacia Canarias, mientras las menores regresan a tierra.