La polémica que los partidos catalanes mantienen sobre el derecho de voto de los inmigrantes extracomunitarios en las municipales subió ayer varios grados. El líder de Iniciativa per Catalunya (ICV), Joan Saura, acusó a Josep Antoni Duran Lleida, dirigente de democristiano de CiU, de “rozar la xenofobia” y estar próximo a la “extrema derecha” al oponerse a ese derecho. Desde Unió se ha solicitado explícitamente que para poder votar en las municipales se tenga “un conocimiento de la lengua, la cultura y la identidad catalanas”, algo que no se exige a los inmigrantes comunitarios.

La proximidad de las elecciones autonómicas catalanas ha provocado que el voto a los inmigrantes extracomunitarios se haya convertido en argumento electoral, después de que hace unos días PSOE e Izquierda Verde hayan presentado una proposición de ley para que los inmigrantes extracomunitarios puedan ejercer el derecho a voto en las municipales. Si el pasado miércoles, Duran había hecho hincapié en el “falso progresismo” de conceder este derecho, ayer le replicó el consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno catalán.

Joan Saura dijo en el curso de la Universitat Catalana d’Estiu de Prada de Conflent (Francia) que en este tema, Convergència i Unió (CIU) está “a la derecha del Partido Popular” y pidió al líder de la formación nacionalista, Artur Mas, que “no se esconda”, se pronuncie sobre el voto de los inmigrantes y “desautorice públicamente” a Duran Lleida. Para ilustrar la posición de los nacionalistas, Saura recurrió a la socarronería y cambió el clásico eslogan de los convergentes – es catalán quien vive y trabaja en Cataluña – por el de “quien vive, trabaja y habla catalán en Cataluña”, informa Jaume Bauzà.

El líder de ICV dijo que Cataluña “no sería” lo que es hoy sin los inmigrantes. Saura justificó esta argumentación utilizando las cifras de población del INE referentes al 1 de enero de 2006 y que muestran que en Catalunya viven 900.000 inmigrantes, el 12,8% de la población. “No permitiremos que este tema se convierta en un factor erosionador de la convivencia”, sentenció.

La contrarréplica de Duran no se hizo esperar y en declaraciones a Catalunya Ràdio aseguró que no le “impresionan las acusaciones de xenofobia”, porque los gobiernos holandés y alemán hacen lo que él propugna, es decir, los exámenes de idoneidad. Tanto en Alemania como en Holanda, las pruebas en cuestión se realizan para acceder a la ciudadanía no para el voto en las locales. En el primer caso no existe derecho a voto en las municipales para inmigrantes extracomunitarios, informa Cecilia Fleta. En el caso de Holanda, desde hace 20 años los inmigrantes que no proceden de la UE pueden votar en las municipales, por cierto con papeletas escritas en una docena de lenguas, informa Isabel Ferrer .

Sumándose a la polémica, el republicano Josep Huguet, ex consejero de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat, declaró ayer que el apoyo de su partido a la proposición no de ley está “en suspenso”, y lo condicionó a la celebración de un debate en el Congreso en el que se aborde la inmigración desde una “perspectiva global”. En ese escenario, ERC pedirá al Gobierno que explique qué criterios se siguen para regularizar inmigrantes. Huguet abogó por establecer convenios con otros países para firmar contratos de trabajo en el lugar de origen. De esta manera, dijo el republicano, “se minimizaría” el impacto de la inmigración.