Ya se han visto implicados en media docena de procedimientos judiciales, aunque ninguno había tenido la trascendencia de la sentencia que dictó el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Estella de hace unos meses. Primero porque aplica la agravante de odio y racismo en un delito leve de amenazas a un matrimonio de una localidad de Tierra Estella que se dedicaron a insultar a un padre de familia de origen árabe con comentarios de índole racista, como “mono”, “moro”, “os estamos dando de comer” o “si yo salgo ahora, cojo el bate de béisbol, se me cruza el cable, salgo a la noche y pim, pam, pum, voy a ser tan salvaje como ellos”.

Les impusieron a 680 euros de multa. Pero como queda dicho no son los únicos enfrentamientos en los que se han visto envueltos y en los que tratan de denigrar a esta familia musulmana que lleva 7 años viviendo en Navarra. Existen otras condenas también por amenazas, al hijo por rayarles el coche y a otra hermana de la condenada por abofetear al padre de familia. “Se trata de un caso muy complejo que debería abordarse como un delito de odio.

No ha sido posible ni la mediación a través de la Justicia restaurativa para reconducir las denuncias, pero el problema es que hasta que Servicios Sociales no intervino no se pudo ver la magnitud del mismo”, comentan desde el Servicio de Atención frente al Racismo y la Xenofobia. “Estas personas (condenadas) no son solo problemáticas, además son racistas”, añaden.
En la sentencia aludida, los hechos ocurrieron sobre las 16.54 horas del 29 de junio de 2023 en una plaza de la localidad de Tierra Estella donde los acusados, con “ánimo de coartar su libertad y de causarle un estado de desasosiego y miedo, se aproximaron de manera intimidatoria a la víctima manifestándole que tuviera cuidado que le iba a quitar la dentadura de su sitio, al tiempo que le profería numerosos insultos de índole racista. Igualmente, al hombre víctima se dirigieron cuando ya se había introducido en el vehículo, le empezaron a aporrear la ventanilla, le escupieron y la insultaron.
El juez declara que la versión del denunciante es “firme, rotunda, creíble y verosímil” y que los insultos y amenazas se los expresaron cuando trataba de abandonar la plaza con su coche. Ello se corrobora con las grabaciones que hizo la hija de las víctimas. Se ve a los acusados aproximarse de manera “tendencialmente intimidatoria e invasiva al denunciante, limitándose el mismo a esquivarla para abandonar sin confrontación o gesto de defensa alguno el lugar de los hechos”.

Poco después, se volvieron a aproximar a él y le amenazan con gritos como “baja que te mato”, y tampoco existe respuesta o confrontación de clase alguna, dice la resolución. Por ello, el juez concluye que “en ningún momento se visualiza, percibe o siquiera intuye, acción lesiva o de confrontación por parte de los perjudicados”.

Además, recuerda la sentencia, tampoco se observa ningún indicio de que este varón víctima realizara ninguna acción constitutiva de un eventual delito de agresión sexual como un golpe y agarrón del pecho de una de las mujeres denunciadas. El juez reprocha a la condenada que efectuara manifestaciones en dicho sentido. “A esta circunstancia (que le agarró el pecho) aludieron de manera ciertamente temeraria y reprochable en el juicio como razón o motivo del inaceptable comportamiento desplegado a continuación”.