Entrevista a Edu Blasco De la natación a salvar vidas a Gaza

«Nosotros estamos en Disneyland, en el paraíso, y ellos vienen del infierno»

Natación · El nadador afronta su marcha a Gaza para una nueva misión humanitaria con un mensaje hacia la sociedad: «He salvado a 761 personas en el mar, pero imaginen cuánta gente ha muerto»

Canarias 7, Kevin Fontecha Las Palmas de Gran Canaria, 25-03-2024

Cansado de los elogios, pero también de los insultos, Edu Blasco sigue a lo suyo. Entre medalla y medalla, se tira al mar para salvar vidas humanas. Porque todos merecen una segunda oportunidad y nadie elige donde nace. No hay mejor oro que socorrer a una persona que se está jugando la vida huyendo de su infierno particular. El nadador vasco, criado en Fuerteventura, pondrá rumbo en breve a Gaza para ejercer labores de rescate humanitario. Unos le halagan por su función altruista y solidaria. Otros, con tintes racistas, tratan de hundirlo con feas palabras. Pero nadie ahoga al que es el rey del agua.

–¿Cómo va todo? ¿Ha tenido tiempo ya de celebrar su última medalla de oro?

–Aquí me pillas, saliendo de otro día de entrenamiento intenso. No he tenido tiempo de celebrarlo, ya sabes que ando superliado, con muchísimas entrevistas y, sobre todo, con los estudios, porque sigo con mi tesis sobre los derechos humanos. Tengo exámenes y tengo que seguir currándomelo todo. Prácticamente no he tenido tiempo ni de tomarme nada para celebrarlo.

–Le cojo entonces terminando el entrenamiento, ¿usted no descansa nunca?

–Yo entreno doble sesión todos los días, con una parte física en seco muy exigente. Esto tiene que ser siempre así, porque si luego quiero ser capaz de afrontar varios días de prueba o misiones largas tengo que estar preparado.

–En breve pone rumbo a Gaza a salvar vidas. Su verdadero motor: ayudar al más necesitado.

–Una misión de estas características es un reto y una responsabilidad porque sabes que vas a intentar echar una mano a la gente que más lo necesita. Ya sea Gaza u otro lado. Hay que estar totalmente concentrados y no dejarse llevar por el ruido del propio conflicto. De la importancia que se le da en los medios… No hay que ponerse más nervioso, pero tampoco relajarse. Haciendo las cosas bien, garantizando así la seguridad de esa gente que no tiene culpa de lo que está ocurriendo. Me toca olvidarme de dónde es y centrarme solo y meramente en el trabajo.

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Edu Blasco perderá dinero de su bolsillo para acudir a Gaza en una nueva misión humanitaria
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–¿Ya está preparado a nivel mental? En términos físicos nadie duda de que sí.

–Ya hay una experiencia previa, un bagaje y formación. En eso pienso. Nunca debe relajarse uno. El mar es el mar y siempre hay que tenerle respeto. Sobre todo por la necesidad y el sufrimiento de la gente. Tengo que estar al cien por cien. Siempre. Cuando notas que no estás bien del todo, lo que debes hacer es apartarte, echarte a un lado y dejar ese espacio para personas que verdaderamente estén íntegras y dispuestas a darlo todo. Que se encuentren bien. Sobre todo psicológicamente. Y yo estoy preparado. Bien. No tengo problemas ni conflictos por resolver que me puedan perjudicar en este sentido. Me veo muy bien para afrontar este reto que viene.

–Cuenta ya con bastante experiencia en el rescate humanitario, 761 personas contabiliza desde que se tiró al mar por primera vez para socorrer.

–El tema de los números no me gustan mucho. Como esta entrevista es más personal, con un medio que siempre me ha visibilizado desde el inicio y contigo… son personas y es complicado. El número queda bonito, pero hay números que no lo son. Que son terribles. Como las vidas que se pierden en Canarias, por ejemplo. Hay que humanizar. Es duro porque supone que, si ese número son las personas que yo he salvado, imagínate las vidas que se han perdido. Es espeluznante. El tema de la preparación es especial. Yo hago una parte física muy exigente para estar preparado para lo que ocurre fuera del agua: tirar, empujar o agarrar. Sacar a más de cien personas de una embarcación es muy exigente. Muchas veces se focaliza en el rescate marítimo, pero ese ‘transfer’ ordinario es muy duro y son muchas horas.

Racismo
«Nadie puede opinar que está bien que haya gente que muera en el mar»
–Lo suyo es un acto de solidaridad y altruismo tremendo. Y, a pesar de todo, hay quienes también le atizan y afirman que blanquea la inmigración irregular. Demasiado odio…

–Hay un sector de la población, que por suerte es minoritario, y que, independientemente de cuál sea tu opinión, se lanza a opinar. Yo siempre he dicho que estoy a favor de la regulación, que debe haber control y una protección. Pero esto no es un debate sobre visados o convivencia. Es un debate sobre el derecho a la vida. Yo lo que hago es salvar a personas que están en el mar, rescatándolas cuando van a perder la vida. Solo evito una tragedia. Algo que está mal. Y que todos deberíamos saber que está mal. Aunque algunos no piensen así. Hago un llamamiento a la concienciación, a la ética y la moral. Nosotros podemos opinar sobre si endurecer o no, sobre los visados, la devolución y demás… pero no puedes decir que está bien que haya gente que muera en el mar.

–Al final nadie elige donde nace. Ni las tinieblas con las que debe batallar para sobrevivir.

–Nosotros hemos tenido suerte al nacer. No hemos vivido al lado de un pozo de petróleo que Occidente quiere controlar ni con un señor de la guerra que nos ha esclavizado ni en una zona de terremotos. Nosotros vivimos en el paraíso y en un estado de derecho. Estamos en Disneyland y ellos vienen del infierno. No podemos medir su situación con nuestra coyuntura. Debemos ser más empáticos. Hay que leer y formarse.

Sinceridad
«No hemos vivido con un señor de la guerra que nos ha esclavizado…»
–¿Cuándo pone rumbo a Gaza? ¿Ya tiene fecha exacta?

–Es complicado, hay preparativos que tienen que terminarse y espero salir a principios de mes, pero podría ser a mediados. Espero que no se demore. Tengo que ir ya y ayudar ya. Está muriendo gente.

–¿Con quién va y cómo se empezó a gestar la posibilidad?

–Es una colaboración con dos ONG. Esta vez no tengo pensado ir con Open Arms, aunque tengo buenos amigos que están haciendo una labor tremenda allí. A nivel de apoyos, tengo a nivel deportivo, pero esto lo hago de manera voluntaria, así que evidentemente me cuesta dinero, pero para mí no es relevante. Esto lo haces porque crees en ello. Por salvar vidas. Porque agarras a gente que se ahoga con tus brazos y los metes en un barco. Evitas su muerte. Eso paga todo. Es más gratificante que todo el dinero del mundo. Es más, si me ofrecieran dinero tampoco lo cogería. Esto te sale de dentro. Veo bien que el capitán y eso cobre, pero yo, como buzo, prefiero hacerlo así.

–En otras ocasiones siempre ha dicho que su familia le apoya, pero acude al mayor conflicto armado prolongado de la historia. ¿Qué le dicen sus padres?

–Esta vez es una respuesta distinta. Hay más preocupación y la gente aquí en Fuerteventura me está diciendo que tenga cuidado. Ya he ido a sitios muy peligrosos, pero la gente está más sugestionada y, objetivamente, pues esto es más peligroso. Pero intentaré que no haya ningún problema. Solo vamos a ir a ayudar. No vamos a buscar ningún conflicto. Confianza y valor. Esto es algo que hay que hacer, el miedo no es una variable posible en esta ecuación.

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