Melilla acoge a 300 menores entre los residentes en la ciudad y la península

Conesa exige al Estado que haga «lo necesario» para reducir el flujo de menores La situación es tan grave que la Comandancia General ha cedido una decena de literas dobles por si se producen nuevas entradas de adolescentes

Diario Sur, 19-08-2006

La Ciudad Autónoma está acogiendo actualmente, tanto en los centros de Melilla como en otras comunidades, a un total de 300 menores no acompañados, una situación que llevó en el día de ayer al portavoz del Ejecutivo local, Daniel Conesa, a hablar de «saturación absoluta» y a pedir al Gobierno de la Nación que articule «los medios necesarios para reforzar el control de las fronteras».

De esta manera, Conesa recordó que, con los últimos trece menores acogidos por la Ciudad Autónoma, «son ya 300 los niños y adolescentes que ocupan los centros de Melilla y las instituciones de otras comunidades autónomas que se han prestado a colaborar con la ciudad autónoma». Tan grave es la situación, que incluso la Comandancia General ha cedido a la Ciudad diez literas dobles para hacer frente a próximas entradas.

Exigencias al Estado

Así las cosas, el portavoz gubernamental volvió a pedir la implicación del Estado español, «que es el responsable de controlar las fronteras», y de Marruecos, «que está incumpliendo los acuerdos de repatriación», y aseguró que las devoluciones que se realizan desde Madrid «sí las aceptan», pero las de la ciudad no.

Toda esta situación a la que se ha llegado en materia de menores demuestra, según Conesa, que «Melilla sigue sin estar bien representada en las cumbres bilaterales con Marruecos, a pesar de lo que diga el delegado del Gobierno», aseguró el popular.

De hecho, y en opinión del portavoz, «el Gobierno de la Ciudad ha aportado toda su experiencia en las Conferencias Sectoriales a las que ha asistido», así como en los diferentes escritos remitidos a Madrid.

Por último, señaló que la Ciudad va a seguir solicitando, como hasta ahora, ayuda al resto de comunidades autónomas para que sigan acogiendo a menores y apuntó que lo que ocurre en Canarias es un problema que, de una manera diferente, «también se conoce aquí».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)