Un 12,9% de la población de Barakaldo es de origen extranjero, o lo que es lo mismo, aproximadamente unas 13.000 personas de las que están empadronadas en el municipio fabril proceden de otros países. La segunda urbe vizcaína, que hace décadas acogió a decenas de miles de hombres y mujeres llegados desde otros puntos de España, para trabajar en las fábricas que existían tanto en la localidad como en el entorno, acoge ahora a otro tipo de inmigrantes, de diferentes culturas, razas y creencias.

Ese choque de realidades hace que sea necesaria una ayuda para facilitar su integración, que se lleva a cabo desde el área de Cohesión Social del Ayuntamiento, con varios servicios, entre ellos una asesoría jurídica gratuita para informar de cómo tramitar una autorización de residencia y poder optar a un trabajo, o cualquier otra gestión administrativa, y también una ayuda psicosocial, para atender a las personas y familias en su duelo migratorio.

Según ha podido saber este periódico, el pasado año se prestó apoyo municipal a más de 1.200 inmigrantes extranjeros. La cifra es aproximada ya que en algunas actividades también toman parte vecinos naturales de Barakaldo o de otros puntos del país. Eso sucede por ejemplo en los talleres anti-rumores para eliminar prejuicios, que se desarrollaron en cinco centros educativos, con unos 850 alumnos; o en el Banco del Tiempo, que lo conforman un centenar de socios activos, entre los que hay muchos baracaldeses y de 17 nacionalidades distintas.

Atendiendo a los datos facilitados por el área de Cohesión Social, el pasado año se prestó el servicio de orientación jurídica a 309 personas, y otras 235 pudieron asimilar mejor la nueva etapa en su vida emprendida en Barakaldo con el apoyo psicosocial prestado desde Bidelagun. Además, entre otros muchos servicios, 43 extranjeros participaron en talleres formativos para conocer los recursos existentes en materia de salud, vivienda, empleo, educación o cultura.
«Barakaldo es una ciudad rica, plural y mestiza, en la que conviven personas de diferentes orígenes, y todas ellas son bienvenidas», ha declarado este miércoles el segundo teniente de alcalde, Carlos Fernández, pidiendo tolerancia y respeto hacia ellas. «La lucha contra el racismo se ha consolidado en Barakaldo, pero seguiremos incidiendo en ella», ha añadido.

Monólogo
Para contribuir a esto, el Ayuntamiento trabaja ya en su III Plan Intercultural, que sin avanzar detalles, han asegurado que estará listo en mayo. Mientras tanto, siguen en marcha algunas actividades, como la Escuela de la Diversidad, que cerrará su programación del curso el próximo martes día 26, a las 18.30 horas, con un monólogo en el teatro a cargo del actor y cómico Aitor Vinagret, con el nombre de ‘Yo no soy racista pero manzanas traigo’, con el que se conmemorará el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que se celebra este jueves. Las invitaciones gratuitas pueden recogerse en las propias taquillas del recinto.