El presidente de Canarias, Adán Martín, advirtió ayer de que en los meses de septiembre y octubre podría darse una llegada «masiva» de inmigrantes a las costas de Canarias debido a las buenas condiciones climatológicas que permitirán una mejor navegación, lo que podría «desbordar todos los medios y todas las posibilidades y convertirse en una crisis».

En declaraciones a Radio Nacional el presidente canario indicó que el Gobierno de España debería mantener un gabinete de crisis permanente para seguir la evolución de la situación en Canarias, además de mejorar y coordinar las actuaciones de los ministerios de Exteriores, Interior y Trabajo y Asuntos Sociales.

Por otro lado, Martín demandó una solución respecto a la situación de los menores inmigrantes llegados a Canarias. Según explicó, estos jóvenes llegan a las islas con intención de trabajar pero la Ley del Menor no se lo permite, por lo que el Gobierno canario debe manterlos hasta los 18 años, lo que supone un gasto por menor de unos 30.000 euros. Ante esta situación, pidió al Gobierno central que estos menores sean derivados a otras comunidades autónomas. Con respecto a las ayudas recibidas para intentar controlar la situación, el mandatario de CC aseguró que «los medios son escasos y están llegando a destiempo».

Reforzar la vigilancia

El director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, anunció ayer en Tenerife que a partir de la próxima semana las patrulleras desplegadas por la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) controlarán, junto a las gendarmerías locales, las costas de Mauritania, Senegal y Cabo Verde, los principales puntos de partida o escalas de los cayucos que inundan Canarias.

Al dispositivo español, que desde mayo pasado controla, junto a la gendarmería Mauritania, las costas de este país, las más próximas a Canarias, se ha unido la patrullera portuguesa que navegará por el litoral de Cabo Verde y el próximo 21 de agosto llegará a Senegal el buque italiano que vigilará estas aguas.

Mesquida explicó que el dispositivo español que trabaja con la policía de costas de Mauritania, compuesto por una patrullera de la Guardia Civil, otra del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y un helicóptero del instituto armado, permitió interceptar desde mayo pasado 23 cayucos y un barco de inmigrantes ilegales, con 1.243 personas a bordo.

El alto cargo de Interior, que acudió a Tenerife para recibir a los ocho miembros de la patrullera Río Duero de la Guardia Civil, indicó que otra tripulación la relevará en los próximos días para continuar el control sobre el litoral mauritano. Mesquida señaló que el dispositivo hispano – mauritano se mantendrá al menos tres meses más e incrementará sus efectivos con un helicóptero de la Policía Nacional.

Finalmente, un total de 170 inmigrantes, ocupantes de dos cayucos, llegaron ayer por la tarde al puerto de Los Cristianos, al sur de Tenerife, mientras que un avión del Servicio Aéreo de Rescate ha avistado otra embarcación a 69 millas, informaron fuentes de Salvamento Marítimo.