Lasarte-Oria

«El Sáhara esconde un tesoro que merece la pena seguir enseñando»

El escritor y poeta saharaui presenta este lunes a las 19.00 en la casa de cultura su primera novela, que une Sáhara y EuskadiAli Salem Iselmu Autor de 'Amor en la villa del mar Blanco'

Diario Vasco, Kevin Iglesias Lasarte-Oria, 18-03-2024

Exiliado de su casa con tan solo ocho años, Ali Salem Iselmu (Dajla, Sáhara Occidental, 1970) fue acogido por la Cuba de Fidel Castro donde se formó en periodismo bajo la lengua de Cervantes. Huyó entre bombardeos de artillería, y esa experiencia le influye a la hora de escribir sus poemas y relatos cortos. Este lunes a las 19.00 horas en la casa de cultura Manuel Lekuona presentará ‘Amor en la villa del mar Blanco’, su primera novela editada bajo Libros.com, portal de micromecenazgo para autores. Junto a él estará la periodista Kristina Berasain Tristan, que ejercerá de moderadora. Se trata de un relato que aborda la historia de un campamento nómada en una situación de conflicto en un desierto y una historia de amor que conecta a dos familias a través de diferentes generaciones. El lector puede encontrar similitudes entre el Sáhara y Euskadi, pero el ahora residente en Alegría-Dulantzi ha procurado que su historia y personajes sean universales.

–¿Cómo está siendo la recepción de ‘Amor en la villa del mar Blanco’?

–Muy buena, se rompieron las expectativas que teníamos. Además, las presentaciones han sido muy buenas. De hecho, en Vitoria hemos logrado prácticamente vender todos los libros. Y a nivel de medios de comunicación también, en medios nacionales y autonómicos y en la prensa argelina y saharaui.

Primera novela
«Mi historia es universal, está por encima de cualquier frontera, cultura, identidad o religión»
–En su novela se esfuerza en la descripción, en mantener los lugares indeterminados. Sin embargo, evoca al desierto del Sáhara Occidental o a las montañas de Euskadi.

–Me gusta sugerir, y creo que el lector es bastante inteligente como para intuir un lugar determinado según la descripción del paisaje, el tipo de personajes, su forma de moverse, su forma de hablar, de interactuar… No quería escribir una obra que contase la realidad tal cual, quería escribir una obra de ficción y que fuera lo más universal posible y que también esos personajes puedan ser universales. Que mi historia está por encima de cualquier frontera, cultura, identidad o religión. Transmite la identidad del ser humano y de su sufrimiento, su lucha por sobrevivir y por en ningún momento sentirse derrotado ante su propio sufrimiento y dolor.

–El libro tiene varios poemas de cosecha propia.

–Los poemas son recreados e inventados por mí, pero también tengo mucha experiencia en traducción de poesía. He leído mucha poesía en hassanía, que es la lengua que se habla en el Sáhara Occidental, y conozco en profundidad la cultura saharaui. El haber nacido en una jaima y haber conocido los desplazamientos y el ganado me ha permitido recrearme en el personaje de Mahfud, que recita los poemas y es el anciano de los Omar Uld Musa. Con estos poemas he intentado trasladar las raíces de la cultura nómada saharaui y beduina; en cierta medida la poesía en hassanía, que se caracteriza mucho por una poesía que canta al paisaje, a las montañas, al dolor, a la soledad, al sufrimiento, a la muerte…

–Forma parte de la Generación de la Amistad Saharaui, que acercan la cultura saharaui usando el castellano. ¿Qué papel juega su novela y la literatura en general en la preservación de la identidad cultural saharaui?

–Nosotros como Generación de la Amistad, una de las cosas que siempre hemos reivindicado y luchado por ella es conservar la lengua castellana en el Sáhara Occidental, heredada lógicamente del pasado colonial que se compartió con España. Lo que hemos intentado es difundir la cultura saharaui en lengua castellana y a la vez reclamar la presencia del Instituto Cervantes en el Sáhara Occidental y en los campamentos de refugiados saharauis para defender la lengua castellana como legado y como segunda lengua hablada por los saharauis que nos hermana en cierta medida con los distintos pueblos que habitan en España y con los diversos países de América Latina y con los 400 millones hablantes en español y en castellano.

–Conociendo los temas de los poemas en hassanía, ¿es por ello por lo que el estado marroquí prohibe el uso de esta lengua, para acallar ese espíritu por una libertad que se comparte de generación en generación?

–Una de las políticas primordiales de Marruecos desde el inicio del conflicto del Sáhara Occidental ha sido en cierta medida convertir a la población saharaui en minoría en su territorio, y a partir de ahí imponer la dariya que se habla en Marruecos. Hacer desaparecer el hassanía y el legado de la cultura nómada y borrar todas las huellas del español. Quiere convertir al Sáhara en una simple provincia del sur de Marruecos en la que la identidad originaria del pueblo saharaui se encuentra diluida y desaparecida en ese contexto. De hecho, hay muchos saharauis provenientes de las zonas ocupadas por Marruecos que no hablan hassanía. Han perdido el significado de la poesía, de los relatos que se contaban de jaima en jaima.

–¿Cómo le influye el conflicto como escritor?

–En cierta forma ha marcado mi vida, eso no lo voy a negar porque he sido un niño exiliado con 8 años. Viví en primera persona la guerra entre Marruecos por una parte, Mauritania que invadió la parte sur del Sáhara Occidental, y el Frente Polisario. Por lo tanto creo que lógicamente mi literatura, mi forma de escribir, mi forma de percibir y de sentir queda influenciada desgraciadamente por haber perdido de forma dolorosa mi tierra hasta la fecha de hoy. Queda patente en mi inquietud como escritor y como alguien que se dedica a la literatura.

–Y quien conozca su historia sabe o puede intuir que en esta su primera novela hay mucho de Ud., de estas vivencias que ha experimentado desde ya bien pequeño.

–Se encuentran bien recreadas aunque no le añado cosas. Cualquier escritor siempre tiene una experiencia vital que le permite crear sus novelas y recrear su ficción e imaginación. Lógicamente si no hay un conocimiento profundo del espacio y del contexto en el que se mueven los personajes, al escritor se le hace muy difícil poder plasmar todo eso a través de la imaginación.

–¿En quién o en quiénes se ha inspirado a la hora de escribir su novela?

–Me ha gustado mucho Pío Baroja. Leí ‘Zalacaín el aventurero’ y ‘La familia de Errotacho’ y me gustaron mucho porque a través de alguno de sus personajes los hace cantar al caserío y al paisaje vasco. Me ha servido de experiencia, de idea para que alguno de mis personajes pudiera cantar al desierto o al paisaje, pero también al sufrimiento, a la separación y a la muerte. Cualquier escritor que no haya leído lo suficiente creo que tendrá difícil dar el salto a escribir una novela.

–Con esta su primera novela, tras editar poemarios y escribir relatos cortos, ¿qué le ha empujado a arriesgarse hacia este género?

–Hice mi formación en literatura y escritura creativas en Vitoria con el escritor y profesor Javier Otaola. A partir de ahí empecé a compartir mis relatos y a recibir críticas de los compañeros del taller. El responsable del taller me dijo que tenía capacidad para dar el salto a la novela y escribir una historia mucho más larga y consistente. Entonces empecé a ello, con la ayuda de algunos escritores a los que les consulté lo que iba a escribir. Creo que no he decepcionado, porque he podido plasmar una historia con suspense y un personaje que sea notable.

–¿Probó a mandar este texto a editoriales?

–Probé con un par de editoriales y no recibí respuesta. La literatura saharaui y africana en general todavía no ha dado ese gran salto a través de un libro conocido que pueda abrir el mundo editorial. Nuestro esfuerzo sigue siendo modesto y desconocido. Pero pienso que lo más importante es la satisfacción de que lo que produces te llena, y a partir de ahí que quien lo lea se pueda identificar con el relato y pueda apreciar la calidad que hay en esa obra. Merece la pena ante una situación como la nuestra. Creo que el Sáhara esconde en sus entrañas y su identidad tan arraigada en el desierto y la vida nómada un tesoro que merece la pena seguir explorando y seguir enseñando al resto del mundo en español y en otras lenguas.

–Durante la presentación en la casa de cultura tendrá a su lado a Kristina Berasain Tristan, autora de ‘Sahara, herri bat erresistentzian’. ¿Ha tenido ocasión de leerlo?

–No, pero sí conozco a la autora. Sé que su libro es un ensayo muy bonito basado en la experiencia del Sáhara Occidental. Es una periodista que conoce al pie de la letra la actualidad saharaui y que ha hecho una documentación e investigación importantísima. Es la persona indicada para acompañarme en la presentación de mañana en Lasarte-Oria.

–¿Otra vida es posible para el pueblo saharaui?

–Mientras exista ese sentimiento de lucha y esperanza tan arraigado entre las diferentes generaciones, la causa del pueblo saharaui jamás estará perdida y será una lucha larga. Si el conflicto ha durado medio siglo, creo que es imposible que no tengan la solución que merecen, que en definitiva es su libertad, su independencia y su sueño de poder vivir sobre su tierra.

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