Se necesitan 40 familias alavesas para acoger a niños saharauis en verano

El año pasado 29 pequeños pasaron unas 'vacaciones en paz' los meses de julio y agosto en la provincia

El Correo, Ikram El Aarrass Amachraa, 15-03-2024

Un respiro para los niños saharauis que viven en el campo de refugiados de Tinduf (Argelia). La Asociación Afanis, en colaboración con la Diputación Foral y el Ayuntamiento de Vitoria, busca 40 familias alavesas para que acojan a estos pequeños durante los dos meses de verano, dentro del programa ‘Vacaciones en paz’. Las solicitudes están abiertas hasta el 15 de abril. Estíbaliz Barrio, vicepresidenta de Afanis, ha afirmado que la asociación «será la encargada de gestionar toda la documentación necesaria hasta que los menores lleguen a Vitoria». A partir de ahí, ha añadido, «las familias alavesas se comprometen a su cuidado, alimentación y protección durante su estancia».

El año pasado, 29 hogares alaveses acogieron a 13 niñas y 16 niños. Como el objetivo de este año es conseguir 40 familias, se necesitan 20 más para tutelar durante dos meses a menores nacidos en 2015. La edad de los refugiados saharauis que participan en este programa ronda entre los 9 y 12 años. La finalidad de esta iniciativa, que lleva realizándose desde 2005, es dar un respiro a los niños durante los meses de julio y agosto, permitiéndoles salir de los campamentos del desierto, en los que se soportan temperaturas superiores a los 55 grados.

Mohamed Fadel Mojtar, delegado del Frente Polisario en Euskadi, ha querido señalar que «arropar a estos niños es un acto humano». «Agradezco que se trabaje para buscar diferentes líneas para aliviar el sufrimiento de esos pequeños». Es un esfuerzo conjunto, ha expresado, que realizan diferentes instituciones, asociaciones y familias alavesas para que sea posible.

Más allá de ofrecerles un verano saludable a los menores saharauis, esta actividad es una forma más de visibilizar el «sufrimiento y éxodo que vive el pueblo», ha recalcado la diputada de Igualdad, Euskera y Gobernanza, Jone Berriozabal. Por su parte, Susana Alfonso, directora de Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento ha destacado: «Se trata de un acto de solidaridad que tiene su recompensa. Las familias que acogen pueden comprobar la evolución de los niños durante su estancia y tienen una salud mental y física mejorada».

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