Participar en la Carrera de Primavera el 17 de marzo es para la ONG Zaporeak un “ejemplo muy bonito” de remar todos al compás de la solidaridad. La prueba, patrocinada por este periódico, convertirá el próximo domingo las calles de Donostia en una fiesta deportiva, y en una oportunidad también para difundir el mensaje de que “juntos podemos cambiar las cosas y facilitar, en la medida de lo posible, la vida a aquellos a los que sus derechos les están siendo vulnerados”, señala Helena Ruiz de Azua.

¿Cómo surge la oportunidad de colaborar con la Carrera de Primavera?

Se pusieron en contacto con nosotros hace unos meses. Conocían la organización y el proyecto, y tras una primera llamada enseguida pusimos todo en marcha para poder colaborar juntos.

¿Qué mensaje quieren lanzar desde Zaporeak aprovechando la participación en esta cita deportiva?

Creemos que es un ejemplo muy bonito de que cuando hay intención de sacar las cosas adelante se puede hacer; es decir, asociaciones distintas que, a priori, tienen objetivos diferentes, como puede ser promover el deporte o defender el derecho a la alimentación, unimos fuerzas en son de la solidaridad. Ese es un poco el mensaje que queremos lanzar, que juntos podemos cambiar las cosas y facilitar, en la medida de lo posible, la vida a aquellos a los que sus derechos les están siendo vulnerados.

“El mensaje que queremos lanzar es que juntos podemos cambiar las cosas y facilitar la vida a aquellos a los que sus derechos les están siendo vulnerados”
¿Cuál ha sido el recorrido de la ONG desde su puesta en marcha?

Empezamos hace ocho años como un proyecto de emergencia para seis meses. Pero la situación era tan crítica y la emergencia se ha ido cronificando, que aquí seguimos. Hemos pasado por Chios, Patras, Atenas y Lesbos. Hemos tenido que ir adaptándonos un poco a la situación y a los flujos migratorios.

‘Una comida digna para las personas refugiadas que llegan a Europa’. Ese es el leitmotiv que desde los inicios ha movido a Zaporeak. ¿Dónde están trabajando en estos momentos?

Nos encontramos en la isla griega de Lesbos; en su momento fue una de las más sonadas, ya que en ella estaba el campamento de Moria donde malvivían más de 23.000 personas en un espacio con capacidad solo para 4.000 personas. Ese campamento de refugiados se quemó por un accidente en 2020, y ahora está el campamento conocido como Kara Tepe.

¿De cuántas comidas diarias estamos hablando?

Actualmente cocinamos más de 3.000 raciones de comida a diario. Pero en el campamento hay unas 6.000 personas, de modo que otras 3.000 se quedan sin un derecho y una necesidad tan básica como la alimentación cubierta. Por eso son tan importantes iniciativas como la carrera, porque nos ayudan a visibilizar y poner de nuevo sobre la mesa la grave situación que están viviendo los solicitantes de asilo. Nos dan la oportunidad de que la sociedad se implique y nos ayude a seguir cocinando a diario.

“Empezamos nuestro proyecto para seis meses y ya llevamos más de ocho años, fruto de la situación que se ha ido agravando, con muy pocas respuestas o alternativas”
La crisis migratoria es un reto. ¿Cómo se está gestionando?

Como he comentado, empezamos nuestro proyecto para seis meses y ya llevamos más de ocho años, fruto de la situación que se ha ido agravando, con muy pocas respuestas o alternativas. Este dato habla por sí mismo.

Desde que comenzaron con esta labor humanitaria y con el flujo continuo de desplazados (hasta Lesbos han llegado también refugiados palestinos), ¿cómo han aumentado las necesidades a las que están haciendo frente?

Pues hace tiempo que comenzamos a darnos cuenta que con la cronificación de la emergencia y la propia situación, las consecuencias empezaban a ser muy palpables. Por ejemplo, la falta de alimentación, con los nutrientes y vitaminas necesarias, hace que haya cada vez mas personas con enfermedades crónicas como la diabetes. También afloran las consecuencias en la salud mental, después de años encerrados y con su libertad de movimiento muy coartada… Por no hablar de las mujeres embarazadas y lactantes, o los menores de edad que no están acompañados; todas las niñas y niños que no están siendo escolarizados…

¿Cuáles son los objetivos actuales?

El objetivo principal ahora es seguir siendo capaces de dar 3.000 raciones todos los días, y conseguir los alimentos y la financiación para poder hacerlo posible. Viendo que la situación no mejora no podemos permitirnos bajar ni un solo número de ración; cada vez los repartos son más duros cuando en la fila de personas solicitantes de asilo hay cientos de personas y en nuestra furgoneta ya no quedan más raciones.

“El objetivo principal ahora es seguir siendo capaces de dar 3.000 raciones todos los días, conseguir los alimentos y la financiación para poder hacerlo posible”
¿Hay voluntarios y voluntarias suficientes?

Por ahora sí. La verdad es que tenemos la lista para ir a Grecia bastante completa y cuando hacemos eventos por Euskal Herria también solemos cubrir los “puestos”, así que con eso estamos muy contentas. Saber que la sociedad nos apoya nos da muchísima fuerza para seguir.

¿Cómo se puede colaborar con Zaporeak?

La manera más sencilla es regalándonos su tiempo, siendo voluntarias o voluntarios, tanto en la cocina en Grecia como en los eventos que se llevan a cabo (organizando y ayudando en las recogidas de alimentos, pintxo potes solidarios…). Siendo socios o donándonos cualquier tipo de ayuda económica también nos aporta mucho; es verdad que es un modo más frío de colaborar, pero para nosotras es de las más necesarias. Con ese dinero podemos pagar los camiones que mandamos con los alimentos, y las frutas y verduras que compramos allí. Por otro lado, una forma indirecta de colaborar con nosotras y con las personas solicitantes de asilo que están en Grecia es hablar de ello; que no se nos olvide la grave situación en la que están, porque sigue haciendo falta que Zaporeak esté presente en Lesbos. Hablar y tomar conciencia de ello, para que seamos una sociedad cada vez mas empática y sensibilizada para favorecer al cambio.