Histeria colectiva en los aeropuertos

Gara, 19-08-2006

Manuscritos con amenazas, líquidos sospechosos, pasajeros no fiables… Cualquier «anormalidad» provoca aterrizajes de emergencia o el cierre de aeropuertos. Desde que Scotland Yard afirmara la pasada semana que había frustrado un «complot», un embarque rápido o vuelo tranquilo parece haberse tornado en un sueño inalcanzable.
Un avión de pasajeros británico efectuó ayer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto italiano de Brindisi debido a una amenaza de bomba. Se trata del último episodio de histeria colectiva después de que las autoridades británicas dijesen que habían desmantelado un «complot».

La Policía italiana en el aeropuerto aseguró que todos los pasajeros habían sido evacuados y que se encontraban a salvo. Un portavoz policial explicó que las autoridades que registraron el aparato hallaron una nota manuscrita en inglés que decía que había una bomba en el interior del avión. Un pasajero la había encontrado y el piloto decidió que debía solicitar un aterrizaje de urgencia.

El avión, un Boeing 767 de la aerolínea de bajo coste Excel, salió del aeropuerto londinense de Gatwick con destino a Hurghada, en Egipto, con 280 pasajeros a bordo. Las Fuerzas Aéreas italianas aseguraron que enviaron un F – 16, que partió de la base de Stormo, en Trapani (isla de Sicilia), para controlar el vuelo del avión civil.

La semana pasada, la Policía británica detuvo a 24 personas supuestamente relacionadas con la preparación de un atentado a bordo de una decena de aviones de pasajeros de Londres a Estados Unidos. Desde entonces, las medidas de seguridad se han extremado y la paranoia ha hecho que se hayan producido varias alarmas en diferentes vuelos.

Denuncian racismo

El jueves a la noche, el aeropuerto de Huntington, en Virginia Occidental (Estados Unidos), fue evacuado y cerrado durante nueve horas y media por las sospechas de que una pasajera llevaba una bomba. Su madre denunció ayer que fue su origen étnico y no las botellas de líquido que llevaba en su equipaje lo que despertó las dudas en los agentes de seguridad.


Las primeras pruebas de laboratorio realizadas por el FBI no arrojaron ninguna evidencia sobre la existencia de material explosivo en las botellas que portaba Rima Qayyum, una paquistaní de 28 años vestida según las tradiciones islámicas. No se han formulado cargos contra la mujer, que no fue detenida y cooperó con el FBI en el interrogatorio. La madre de Qayyum, Mian Qayyum, de Jackson (Michigan), declaró que su hija está embarazada de cuatro meses y que es inocente. «No sólo fue una falsa alarma, fue discriminación racial porque no había nada. Deberían limpiar su nombre y disculparse en la televisión», aseveró Mian Qayyum.

Otra falsa alarma se produjo también ayer en el aeropuerto de Sidney. El pasado miércoles, otro vuelo tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Boston (Estados Unidos) por el comportamiento de una pasajera que resultó tener claustrofobia. El pasado domingo, otro aparato tuvo que regresar a Londres por otra falsa alarma.

Muchos pasajeros y algunas aerolíneas están hartos de tanta «seguridad». La compañía Ryanair ha amenazado al Gobierno británico con demandarle si no restablece las medidas de seguridad en los aeropuertos que había antes del complot antes de una semana. –

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